Hace dos meses la alcaldía de París había anunciado que abriría dos campamentos oficiales para recibir a los refugiados de Calais pero todavía no se inauguraron. Como consecuencia, miles de refugiados están viviendo en malas condiciones en pequeños campamentos dispersos por toda la ciudad.
La mayoría de los migrantes son afganos, eritreos o sudaneses. Ellos reclaman su estatus de asilo y una vida más digna. “Todos los días veo en tv, en internet o en Facebook que aquí hay derechos humanos, ¿dónde están esos derechos humanos? “, pregunta Shikhali Mirzai, refugiado afgano.