La tarde de furia en los alrededores del Congreso tuvo un capítulo especial con Elisa Carrió. "En términos jurídicos a eso se le llama Estado de hecho, que no es ni más ni menos (que) apartado del derecho. Eso se llama golpe de Estado", lanzó la legisladora en el comienzo de la sesión, al referirse a los incidentes fuera del palacio legislativo. La diputada denunció una "conspiración institucional" después de afirmar que "el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes" y pidió la intervención del fiscal y del juez de turno sobre los incidentes frente al Parlamento.
Le contestó Graciela Camaño, la titular del Frente Renovador, quien denunció "el pésimo manejo que ha hecho Cambiemos de este tema" y calificó como "monje negro" al jefe de Gabinete Marcos Peña. Al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, le dijo “a usted le tiraron una bolsa de pescado podrido con un acuerdo que no estaba cerrado”.
Apenas terminó de hablar Camaño, Carrió hizo gala de incontinencia tuitera. A Agustín Rossi le endilgó que César Milani hubiera sido jefe del Ejército. Y al dirigente radical Leopoldo Moreau lo acusó de liderar una conspiración contra Fernando de la Rúa en 2001 y de haberle ofrecido a ella el ministerio de Justicia. De paso, avaló la iniciativa oficial, inclusive la represión.