El Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), indispensable para encontrar a los niños y a las niñas robados durante la última dictadura, está en riesgo. No tiene presupuesto, está acéfalo y fue intervenido por el Gobierno de Javier Milei. La parálisis impacta de lleno en la identificación de quienes fueron apropiados durante los años del terrorismo de Estado y, aún hoy, desconocen su verdadera identidad. Abuelas de Plaza de Mayo volvió a pedirle a la jueza federal de San Martín Alicia Vence que amplíe las medidas de protección que había dispuesto la semana pasada.