La intención del Gobierno de cobrarles ganancias a las cooperativas despertó rechazo internacional. El presidente de la oficina continental de la Alianza Cooperativa Internacional, Ramón Imperial, envió una carta al presidente de la cámara de diputados, Emilio Monzó, para pedir que se de marcha atrás con la decisión oficial. “Los cooperativistas de todo el mundo, y en especial más de 200 millones de cooperadores de América, desde Canadá hasta la Patagonia, estamos expectantes ante este debate que vive la Argentina, y esperamos de ustedes, los parlamentarios argentinos, una posición consecuente con el rol positivo y necesario que juegan las cooperativas en su país”, aseguró. Unas de las más perjudicadas por las medidas serían las cooperativas financieras, que pasarían a pagar más de 100 millones de pesos en impuestos a las ganancias por año, cuando en verdad esas utilidades no se reparten entre los socios ni accionistas por ser justamente cooperativa.
“No se debe modificar ninguna ley o norma que pueda implicar a las cooperativas el pago de impuestos sobre los excedentes generados en sus diversas formas”, dijo Imperial. En la misiva agregó que “existe una honda preocupación del movimiento cooperativo mundial ante las propuestas que podrían modificar el régimen tributario de las cooperativas argentinas, que brindan prestaciones financieras y de seguros, las cooperativas de consumo y de trabajo en general así como las mutuales que actúan bajo criterios y valores similares”. Planteó que “si desean hacer algún cambio, que lo hagan para corregir imprecisiones en la ley actual”. Imperial aseguró que no tienen ningún sentido práctico cobrarle impuestos a las ganancias a entidades que no tienen fines de lucro como las cooperativas.
La internacional del sector cooperativo reforzó el argumento: “Las cooperativas no generan ganancias que puedan o deban ser afectadas por impuestos o retenciones. Las cooperativas son organizaciones formadas por personas, y no por capitales, para darse servicios de mutua conveniencia entre los mismos”, planteó la carta enviada al Congreso argentino. “Los Estados y los gobiernos, en general y a nivel mundial entiende esto, y esperamos la misma coherencia de las autoridades y parlamentarios argentinos, para reconocerle a las cooperativas un importantísimo rol social y económico. Estas entidades atienden y resuelven imperfecciones del mercado, o vacíos en la prestación de servicios de los estados mismos”, señalaron. Apuntaron que “las cooperativas en la Argentina han jugado un papel clave en la recuperación de las crisis. Es algo que también ocurrió con otros países que salen de procesos de violencia y guerra. Las cooperativas soportan mejor que otras clases de empresas las tensiones y los embates de las crisis económicas, y mantienen sus servicios en lugares desfavorecidos”.
El Gobierno encendió las luces de alarma en el sector cooperativo cuando incluyó en su reforma tributaria enviada al Congreso una propuesta para cobrar impuesto a las Ganancias a las cooperativas y mutuales que realizan actividades financieras. Los incisos d y g del artículo 20 de la ley del impuesto a las Ganancias indican que las utilidades de las sociedades cooperativas no estarán sujetas a ese tributo. Pero el artículo 23 del proyecto de ley de reforma tributaria redactado por el Ministerio de Hacienda, que será debatido en el Congreso, aclara que esa exención “no será de aplicación a los resultados provenientes de actividades de ahorro, crédito y/o financieras o de seguros y/o reaseguros”. De aprobarse la ley, las cooperativas y mutuales que prestan servicios financieros perderían la exención de Ganancias y pasarían a tributar como cualquier empresa.