Visitar las catacumbas de Teatro El Círculo en la compañía de El Fantasma de la Ópera agrega una fascinación peculiar. La bruma cubre las obras del Museo Sacro, el brindis espera, y las voces del trío protagónico que integran Martín Maisiello (El Fantasma), Nazarena Vidal (Christine) y Manu Ansaldi (Raoul), regalan un adelanto. Las expectativas son amplias, y la certeza de que será un espectáculo notable acompaña; es decir, las producciones de Teatro El Círculo son apuestas de un nivel destacable, y la posibilidad de ver El Fantasma de la Ópera, de Andrew Lloyd Webber, suma un particular atractivo. Con dirección musical de Horacio Castillo y dirección escénica de Nora González Pozi, acompañados por el Coro de la Ópera de Rosario y la Orquesta Sinfónica, las funciones de El Fantasma de la Ópera tendrán lugar los próximos viernes y sábado (a las 20), y el domingo (a las 19), en Teatro El Círculo (Laprida 1223); en una puesta que, sin desatender la deriva argumental del musical de origen, se despoja de los ornamentos escénicos para privilegiar una versión concierto, en donde la atención estará puesta en la interpretación de los cantantes.

“En Teatro El Círculo tenemos muchas actividades que se van retroalimentando, algo que empezó hace muchos años con el coro, se generaron entonces solistas, y con ellos la necesidad de realizar producciones nuevas. Nace así el Estudio de Ópera, que generó otros cantantes; y empezamos a fusionarnos con las diferentes instituciones. De esta manera, El Círculo comenzó a funcionar, con sus instituciones internas, como una especie de gran productor de obras y un gran semillero de artistas, de toda índole”, comenta Horacio Castillo a Rosario/12.

-¿Por qué elegir El Fantasma de la Ópera?

-En lo personal, hemos tenido otras experiencia musicales, como con La Bella y la Bestia; pero además, El Fantasma de la Ópera es una obra que Nora González Pozi tenía muchas ganas de hacer, desde hace años. Siempre me resultó interesante, y más aún al estudiarla, porque está muy en dialogo con el lenguaje de la ópera, es una cruce de melodías muy conocidas con música casi de vanguardia; es un desafío y esfuerzo tremendo el que hacemos, pero con mucho entusiasmo. Podemos decir que estamos en condiciones de realizar una obra así. Estamos en un nivel de producción artística que es pleno, y a pesar de las dificultades que todos sabemos se están atravesando.

-¿Cómo fue el proceso de trabajo?

-Empezamos el año pasado llamando a audiciones, y allí decidimos quiénes estaban en condiciones de enfrentar esta producción. Nora había conocido a Martín Maisiello por otro medio, ya que estaba residiendo en ese momento en Japón, y decidimos que fuera el protagonista; pero el resto del elenco es local. Con el coro empezamos a ensayar hace dos meses, entre el Coro de la Ópera de Rosario junto a un grupo de coro de comedias musicales; es un primer trabajo de conjunto en ese sentido. Siguieron los ensayos con la orquesta, y ya la última semana los ensayos entre todos.

-Será interesante ver cómo la obra dialoga con las producciones recientes de El Círculo.

-Acá hay un diálogo absoluto, desde melodías tomadas de la ópera propiamente dicha, hasta alusiones, como Dies Irae de Verdi o Las Bodas de Fígaro de Mozart. Lloyd Webber es una persona que conoce el género, el estilo compositivo, y ha logrado fusionar el estilo musical con el de la ópera, logrando algo que considero es digno de ser visto muchas veces.

El rol melodramático de Erik (el Fantasma), cuenta con los rasgos y la voz del marplatense Martín Maisiello, cuya trayectoria lo ha llevado a visitar el mundo y a establecerse en Japón. Estar tras la máscara del Fantasma le significa una emoción especial: “Es el rol que siempre soñé, desde muy chico escucho esta obra, cuando tenía cuatro o cinco años. Además, es impresionante poder estar en este teatro y en esta producción rosarina, que es de nivel internacional, con profesionales del nivel de Nazarena Vidal y Manu Ansaldi. La calidad de la formación que tenemos en Argentina, y puntualmente en Rosario, es evidente; y eso es algo que no se encuentra fácilmente en otras partes del mundo”, señala Martín Maisiello.

-¿Por qué te moviliza El Fantasma?

-Una querida tía, que lamentablemente falleció hace una semana, fue quien me introdujo a El Fantasma de la Ópera; así que interpretarla será un desafío emocional. Es una obra en donde no hay blanco y negro, sino grises; el Fantasma sería “el malo”, pero es alguien que tiene mucho amor, un personaje con muchas capas; así que es muy lindo interpretarlo, y creo que es mucha la gente que se identifica con él.

-¿Te podés despegar de lo que le pasa a Erik mientras lo interpretás?

-Ese es también el trabajo del actor, uno tiene que prestar el cuerpo y la voz al personaje. Cuando lo estamos interpretando y cantando, salen todas las emociones juntas, más allá de que yo sea una persona completamente distinta y de que mi Fantasma será diferente a los que hicieron Michael Crawford o Ramin Karimloo. En este sentido, estoy muy contento de ver lo que surge en el escenario, porque hay momentos en donde, por ejemplo, hay que llorar pero también lograr una nota aguda; así que poder concretar el personaje de la mejor manera, me alegra mucho.

-¿Qué te parece El Círculo?

-Este teatro tiene una mística increíble, es la primera vez que voy a cantar acá y me siento muy honrado. En este escenario han pisado cantantes como Enrico Caruso y Titta Ruffo, que para mí son de lo mejor de la historia. Apenas ves el teatro, te das cuenta de que tiene algo distinto; es fascinante.