El presidente electo chileno, Sebastián Piñera, aseguró que está de acuerdo con “perfeccionar” la actual Constitución del 80, herencia de la dictadura. Fue en respuesta al anuncio que recibió de parte de la presidenta Michelle Bachelet, quien enviará al Congreso el proyecto de ley para una nueva Carta Magna.
En su primera conferencia de prensa con los medios extranjeros unas horas después de su holgada victoria en el ballottage del domingo frente al centro-izquierdista Alejandro Guillier, Piñera habló en la puerta de su casa sobre los principales lineamientos de su gobierno, que asumirá en marzo. En lo que respecta a la política exterior con la región, el multimillonario no dudó en criticar a Venezuela, siendo que la derecha hizo campaña agitando el fantasma de “Chilezuela”. Piñera dijo ayer que “le deseamos lo mejor a Venezuela y en lo que podamos colaborar para que ese país se reencuentre con la democracia lo vamos hacer por convicción”.
El mandatario electo se refirió también a la relación con un aliado del chavismo: Bolivia, país que reclama a Chile una salida al mar. “Chile y Bolivia firmamos en 1904 un Tratado de paz y amistad y en ese tratado, que está plenamente vigente y que se celebró válidamente, se establecen muy claramente las fronteras entre ambos países y también los derechos y obligaciones”. Y agregó Piñera: “vamos a proteger y resguardar la soberanía de nuestro país y la integridad territorial de Chile”.
Uno de los doce hombres más ricos de Chile dijo que su futuro gobierno fortalecerá las relaciones con Beijing. “Todos sabemos que China es el principal socio comercial de Chile, y vamos a fortalecer esas relaciones”. Además, Piñera afirmó que “Asia Pacífico es el mundo del futuro” y que por eso Chile está “profundamente comprometido con la integración económica y la mayor colaboración con esa región”.
Piñera dijo que a partir de hora trabajará para conformar un buen equipo de gobierno y anticipó que su administración será favorable al progreso y el crecimiento económico. “La reacción favorable de los mercados refleja ese compromiso con lograr que Chile recupere el liderazgo”, señaló el líder conservador en alusión a que la Bolsa de Santiago cerró con un alza del 6,9 por ciento, la mayor en nueve años.
Las actividades de la primera jornada de Piñera como presidente electo se concentraron en su domicilio, en un acomodado barrio de Santiago, donde el político conservador desayunó y sostuvo una reunión de trabajo con Bachelet.
La mandataria socialista y el próximo gobernante empezaron a planificar el cambio de mando, que se realizará el 11 de marzo en la sede del Congreso, y revisaron la agenda de proyectos que el gobierno actual quiere dejar aprobados.
En ese sentido, Bachelet, que estuvo acompañada por el ministro del Interior, Mario Fernández, le informó a Piñera que enviará al Congreso el proyecto de ley para una nueva Constitución, como parte de un compromiso que adquirió al inicio de su segundo gobierno.
Piñera tomó el guante y aseguró que está de acuerdo en “perfeccionar” la actual Constitución elaborada en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero con algunas condiciones. “Siempre haciéndolo en un clima de unidad, de colaboración. Nunca debemos olvidar que la Constitución de un país democrático debe ser un marco de unidad y no de división; de estabilidad y no de incertidumbre”, sostuvo en el posterior encuentro con periodistas.
Piñera, que ya fue presidente entre 2010 y 2014, destacó el “gran apoyo” que recibió de los votantes este domingo en la segunda vuelta de las presidenciales, en la que obtuvo el 54,57 % de los votos frente al 45,43 % del aspirante oficialista Guillier.
Y aseguró que a partir de ahora trabajará para elegir al equipo de ministros, gobernadores y el resto de autoridades que lo acompañarán los próximos cuatro años.