La audiencia televisiva se recalienta a la par de lo que sucede con la realidad política, social y económica argentina. La cobertura televisiva de la sesión por la reforma previsional en la Cámara de Diputados, que terminó ayer a primera mañana con la aprobación del proyecto oficial, sumada a los piedrazos de un grupo minoritario de manifestantes y a la represión desatada de parte de las fuerzas de seguridad, encendió a la pantalla chica. Las noticias informativas de la TV paga fueron las elegidas por buena parte de los argentinos para seguir los acontecimientos, al punto que durante toda la jornada mantuvieron en conjunto una audiencia que siempre estuvo por encima de los 14 puntos. De hecho, desde el mediodía del lunes y hasta entrada la noche las señales periodísticas que transmitieron en vivo la jornada superaron en conjunto al rating de los programas de TV abierta más vistos durante esa franja. De cualquier manera, los canales de aire levantaron su programación habitual y se vieron beneficiados por una audiencia atrapada a una realidad que le preocupó por sobre cualquier otra cosa. De hecho, la realidad argentina terminó afectando a la gran final de ShowMatch, que en la noche del lunes promedió 20,6 puntos de rating, uno de los cierres anuales más bajos de su historia.
La sociedad argentina siguió minuto a minuto la jornada del lunes. Interesados en saber la suerte del proyecto que le recorta los haberes a los jubilados y a beneficarios de asignaciones y pensionados, o hipnotizada por las imágenes de violencia que se repitieron durante todo el día, los ciudadanos eligieron la pantalla chica para informarse sobre lo que aconteció en el Congreso y en sus alrededores. La desmesura que se vivió adentro y afuera del recinto fue seguida en directo por millones de argentinos. Una demanda informativa que hizo "levantar" la programación habitual de los canales abiertos, ya sea para poner el foco en la represión (América TV, Telefe, El Trece) o en el debate sobre el proyecto oficial en Diputados, el cual la TV Pública tomó la buena decisión de transmitirla íntegramente, cumpliendo uno de los roles que un canal público debe tener ante un hecho legislativo que generó el interés general. A las 20.30, El Nueve se acopló también a la señal desde el recinto de Diputados TV.
Desde temprano, las señales de TV Paga prepararon coberturas especiales, con distintos móviles apostados en los alrededores del Congreso. De hecho, en la sumatoria conjunta de audiencia, los canales periodísticos ya superaban los 12 puntos a media mañana. A medida que avanzaba la tarde y recrudecía la represión en las calles, el rating de las señales informativas acumulaban más televidentes: a las 14 sumaban 13,4 puntos de rating, a las 15 la audiencia subió a 16,7 puntos, a las 16 trepó a 17, a las 17 alcanzó el pico de 17,1 puntos, en el momento en el que las fuerzas de seguridad avanzaban contra los manifestantes. Hasta las 22, el conjunto de las señales informativas nunca bajó de los 14 puntos de rating promedio. C5N y TN fueron las pantallas de TV paga más elegidas por los televidentes, en una competencia de rating en el que intercambiaron el liderazgo, con promedios generales cercanos a los 5 puntos, el doble de lo que habitualmente miden. Incluso, Minuto 1, el ciclo que conduce Gustavo Sylvestre en C5N, promedió 5,3 puntos, con un pico de 7,5 puntos cerca de las 21.30, convirtiéndose en lo más visto de la TV paga. América 24 y Crónica TV también incrementaron su audiencia. Las señales informativas priorizaron, en su totalidad, enfocar en lo que pasaba en la calle, por sobre lo que ocurría en el recinto.
La TV abierta no pudo, tampoco quiso, quedar exenta del debate sobre la reforma previsional y sus violentas consecuencias. La responsabilidad institucional de la TV Pública se puso de manifiesta ayer, al levantar su programación desde las 15.30 para transmitir el debate en Diputados hasta su finalización, cerca de las 7 de la mañana del martes. La decisión de las autoridades del canal público le rindió en audiencia: la transmisión de la sesión, entre las 15.30 y la medianoche, promedió 4,1 puntos, cuadruplicando su rating habitual. Incluso, el lunes la TV Pública fue el tercer canal más visto, superando a América TV y El Nueve. Un detalle: el canal estatal siguió el debate entre los diputados pero mostró poco y nada de la represión y de los cacerolazos que se dieron fuera del recinto.
Telefe fue otro de los canales que estuvo rápido de reflejos. El canal extendió durante toda la tarde la habitual edición de El noticiero de la gente, hasta las 18.24, lo que le permitió promediar 6,7 puntos de rating, en la que es una de sus marcas más altas desde su debut. El canal dirigido por Darío Turovelzky le cedió la programación a Roberto Maya, gerente de noticias, que hasta las 21.30 la ocupó con especiales en continuado de Telefe noticias. AméricaTV también tuvo como único tema de agenda la situación en las calles durante todo el día. Lo mismo hizo El Trece, que cubrió la jornada con sus noticieros habituales y con El diario de Mariana. Una cobertura televisiva que, sin embargo, dejó la sensación de preocuparse más por lo "impactante" (la represión) que por lo "importante" (la reforma jubilatoria).