Desde 2015, existe una Red Interuniversitaria por la Igualdad de Género y Contra las Violencias, con "el propósito de promover acciones coordinadas y líneas de trabajo y reflexión para minimizar e impactar sobre las inequidades y desigualdades históricas entre los géneros vigentes en las instituciones de Educación Superior". Esta Red "se propone impulsar políticas activas en las universidades nacionales tendientes a prevenir las violencias y la discriminación sexual y a promover relaciones más igualitarias y respetuosas hacia y entre los géneros". El 1º de diciembre, la Red se reunió en Rosario. Y decidió pedir al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ser incorporada  institucionalmente, para debatir la inequidad de género como una de las problemáticas que atraviesan a la Facultad.

"Lo que se pide es que se reconozca a la Red como parte del armado del CIN, a que está funcionando de hecho desde 2015. La Red funciona activamente, con diferentes niveles de desarrollo de protocolos", explicó Noelia Figueroa, del Núcleo de Género/ Centro de Investigaciones Feministas y Estudios de Género (Cifeg) de la Facultad de Ciencia Política de la UNR. "Queremos pelear un renglón específicio en el presupuesto, porque el CIN establece lineamientos generales para las políticas en cada universidad", indicó la docente de la UNR, responsable también del Protocolo de su Facultad, donde este año realizaron -entre otras acciones- un curso de promotoras en violencia de género que convocó a alumnxs, docentes y no docentes.

"Con esa validación institucional, no sólo tendremos espaldas para pelear un presupuesto, sino también otras herramientas para dialogar con los asesores jurídicos de las Universidades Nacionales, ya que en la elaboración de todos los protocolos del país, el principal problema que tenemos es la tensión con las áreas jurídicas, donde no hay profesionales con perspectiva de género", continuó Figueroa. Esta disputa quieren impulsarla además en el centenario de la Reforma Universitaria. "Nuestra idea es meter fuerte la discusión sobre el rol de las mujeres en la universidad y qué tienen que ver los protocolos con esa participación", apuntó Figueroa.

La Red se formó en 2015, como parte de la misma marea que generó el Ni Una Menos, y con una gran mayoría de académicas que también son activistas feministas. "Las últimas décadas han sido prolíficas dentro del ámbito académico en relación a la producción de herramientas conceptuales que permiten visibilizar las inequidades; y han permitido avanzar en el diseño de dispositivos específicos de intervención para erradicarlas. Sin embargo, es más reciente la reflexión acerca de la situación dentro del propio ámbito universitario y de sus integrantes", dice el documento producido por la Red. Porque esas desigualdades se reflejan en situaciones concretas una y otra vez, plantean como "objetivos de la Red actuar como un dispositivo eficaz para promover la formación, investigación en estudios de género y dispositivos de intervención en situaciones de violencia de género".