La coalición liderada por Arabia Saudita que combate a los rebeldes chiitas de Yemen dijo haber interceptado ayer un misil disparado hacia el sur de Riad, que según los insurgentes tenía por blanco una reunión de dirigentes en el palacio real saudita. Se trata de la segunda vez en dos meses que los rebeldes de Yemen, conocidos como hutíes, lanzan un proyectil que alcanza la zona de Riad, la capital saudita, en el centro del territorio de la monarquía sunnita, 1.000 kilómetros al norte de la frontera yemení.
Los hutíes dijeron que dispararon el misil balístico contra el Palacio de Yamama, donde el rey Salman preside reuniones todas las semanas y recibe a dignatarios y jefes de Estado y gobierno de todo el mundo. En un comunicado difundido por la TV estatal saudita, la coalición dijo que el misil fue interceptado en el sur de Riad, y que no provocó ni daños ni víctimas. La coalición aseguró en un comunicado posterior que el lanzamiento del misil prueba “la permanente participación” de Irán en apoyo a los hutíes y reiteró que los rebeldes aprovechan el ingreso de ayuda humanitaria para contrabandear esos proyectiles. Videos subidos a redes sociales por residentes de Riad mostraron una pequeña nube de humo en el cielo que se forma luego de una fuerte explosión.
El vocero de los hutíes, Mohammed Abdul-Salam, dijo por Twitter que el misil balístico disparado fue un “Volcano H-2”, mientras que el Ministerio de Defensa, controlado por los hutíes, afirmó que el blanco era una “amplia reunión de dirigentes del régimen criminal saudita” en el palacio real de Al Yamama. En un discurso televisado, el líder de los hutíes, Abdelmalek al Huthi, dijo que los rebeldes estaban expandiendo el rango de los misiles de su arsenal. “Nuestro largo brazo llegará a otros lugares, si Dios quiere”, señaló desde Sanaá, la capital de Yemen, citado por la cadena BBC. “Mientras continúen atacando Sanaá, golpearemos Riad y Abu Dhabi”, dijo, refiriéndose al emirato donde se ubica la sede del gobierno de Emiratos Arabes Unidos (EAU), un activo integrante de la coalición. A principios de mes, los hutíes afirmaron haber disparado un misil contra una planta nuclear en construcción de los Emiratos, pero los EAU lo negaron.
Estados Unidos apoya a la coalición en la guerra de Yemen, y la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, exhibió la semana pasada lo que describió como evidencia “innegable” de que Irán suministra misiles a los hutíes. Irán, que no oculta que respalda a los hutíes políticamente, ha negado repetidamente que los arme y ha acusado a Arabia Saudita de llevar a cabo un “genocidio” con su campaña de ataques aéreos en Yemen, en el sur de la península Arábiga.
Más de 10.000 civiles han muerto y millones han perdido sus hogares y quedado al borde de la hambruna desde que comenzó la intervención saudita en el país árabe más pobre del mundo, en marzo de 2015, según estimaciones de la ONU.
El 4 de noviembre, los hutíes lanzaron un misil contra el aeropuerto de Riad, y la Fuerza Aérea Saudita dijo que fue interceptado con su sistema, de fabricación estadounidense, de anti misiles Patriot tierra-aire.
En casi tres años de campaña saudita en Yemen, decenas de otros misiles disparados por los hutíes han caído al otro lado de la frontera, alcanzado localidades sauditas cercanas al límite y provocado víctimas.
La campaña saudita busca restaurar al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, que debió exiliarse en Arabia Saudita en medio de una ofensiva de los hutíes.
Sin embargo, pese a la feroz ola de ataques aéreos, los rebeldes chiitas aún controlan Sanaá, ciudad que tomaron en septiembre de 2014.
A principios de mes, los hutíes mataron al ex presidente yemení Ali Abdullah Saleh, luego de que rompiera su alianza con los rebeldes y se ofreciera a dialogar con Arabia Saudita.
En represalia tras el misil del 4 de noviembre, la coalición impuso un bloqueo total contra Yemen, con el objetivo declarado de frenar la llegada de armas iraníes a los rebeldes. Tiempo después, el bloqueo fue levantado de forma gradual mientras que la comunidad internacional y los grupos humanitarios presionaban al país.
Hoy, la ONU volvió a advertir que las restricciones en las importaciones de combustible a Yemen han conducido a un aumento desorbitado de los precios del agua a medida que las bombas de agua se quedan sin carburante.