Con Lito se fue un gran amigo, gran persona, gran actor y gran maestro de actuación. Recorrimos mucho camino juntos. Cuando fui ministro de Cultura en Buenos Aires fue un eficaz y creativo director nacional de Teatro. Su participación en la creación del Instituto Nacional de Teatro fue decisiva. Era un estudioso de los resortes de la actuación, y ahondaba en la teorización de sus fundamentos. En los últimos tiempos desarrolló un seminario sobre Shakesperae que dictó en varias provincias.
Mañana estrenaba en Buenos Aires una obra mía para un personaje, La furia y el viento, que hacía maravillosamente. Tengo la esperanza de que como, buen hombre de teatro, no falte a la función y que el asunto éste no sea más que otra de sus brillantes y creíbles interpretaciones.
Pacho O’Donnell: Historiador, escritor y psicoanalista.