Un hombre de 40 años, detenido en agosto por el abuso sexual de una nena de 14 años, fue imputado ayer por otros 17 hechos casi idénticos. Se trata del abusador serial que la Fiscalía buscaba desde el año pasado, por una seguidilla de hechos bajo el mismo modus operandi: se hacía pasar por policía, con la excusa de investigar un caso de venta de estupefacientes hacía subir a mujeres de entre 14 y 25 años a un auto y se las llevaba a un descampado, donde abusaba de ellas. La mayoría de los casos tiene como víctimas a mujeres y niñas de barrios periféricos, con escasos recursos. Seis de las investigaciones arrojaron ADN positivo para el imputado y en otros diez, las víctimas lo reconocieron en rueda de personas. Desde que fue arrestado por el caso de la niña que salía de la escuela de barrio Acindar, la fiscal Carla Cerliani comenzó a tomar medidas y reunir pruebas contra el imputado -por varias denuncias-, que deberá permanecer en prisión preventiva sin plazo por orden del juez Juan Andrés Donnola. Algunos abusos datan de 2014.

Luis Marcelo Escobar fue detenido en Soldini como el propietario del Fiat Duna gris con vidrios polarizados que había sido descrito por la niña de 14 años abusada en agosto al salir de su escuela de barrio Acindar. Desde ese momento, la Fiscalía empezó a investigar si el caso y el sospechoso tenían vinculación con una saga de no menos trece ataques con la misma mecánica, en la que un hombre que decía ser policía obligaba a las víctimas a subir a un auto y las sometía de manera truculenta en zonas descampadas. A mediados de año, estuvo detenido otro hombre pero los resultados de medidas dieron resultado negativo, por lo que fue liberado.

Por aquellos días, los rosarinos se estremecieron con el caso de la nena de 14 años que fue secuestrada y abusada. Había sido abordada por un hombre que le dijo ser policía, en la esquina de Avellaneda y Doctor Riva. La obligó a entrar al auto, condujo unos kilómetros, la violó en una casa en construcción de Maradona y Rouillón, donde había otro hombre, y la abandonó en la misma zona. Según su denuncia, la hizo subir al auto con la excusa de que debía llevarla a la comisaría porque estaba sospechada en una causa por drogas.

Ayer, Cerliani reveló otros 17 casos similares: en San Martín y Garibaldi abordó a una chica de 18 años, mientras ésta esperaba el colectivo. Se bajó del auto con un handy en la mano. Le preguntó si había visto a dos chicos sospechosos y le pidió que se acercara al auto para dejar sus datos. Luego le dijo que lo tenía que acompañar a la ex Drogas Peligrosas. La llevó a un descampado y le pidió que se quitara la ropa para ver si tenía drogas. Ella respondió que debía requisarla una mujer, pero él insistió que así podían arreglar para que no tuviera problemas. También le mostró un arma, que uso en 15 de los hechos para amenazar a sus víctimas.

A otra joven de 19 años la hizo subir al auto con la misma excusa y, en un descampado de Granadero Baigorria le dijo que debían esperar a que pasara una pareja sospechada de vender drogas, para ver si ella los reconocía. Sacó el arma y la manoseó. Le advirtió que si no cedía le pasaría lo mismo que a otra chica a quien le pegó un tiro en la cabeza.

A una adolescente de 16 años la llevó con el mismo modus operandi a un descampado con ingreso por la A012. La hizo parar con las manos en el techo del auto y le dijo que tenía que requisarla. La manoseó de ultrajó con la excusa de buscar dónde escondía la droga.

En octubre de 2014 hizo lo mismo con una nena de 15 años a quien levantó de Juan José Paso y Garzón. Cuando la dejó en French y Colombia le advirtió que no dijera nada porque él sabía todos sus datos. A otra menor le dijo una frase que usaba seguido con sus víctimas: que la iba a matar con el arma y tirarla en un arroyo donde nadie la encontraría.

En marzo de 2015 una de las víctimas le dijo que estaba embarazada y tenía HPV, por lo que lo iba a contagiar, pero eso no lo detuvo: la obligó a hacer sexo oral.

Otra nena de 14 años fue la menor de las víctimas, quien fue ferozmente manoseada. Cuando la chica estaba ahogada por el llanto el acusado desistió y la dejó bajarse del auto en Bielsa y Perú. Con las mujeres mayores parecía tener más ensañamiento, según la detallada descripción de los casos.

En tanto, en varios de los hechos las víctimas apuntaron a un segundo hombre, al que describen como flaco y alto, pero que permanece prófugo.