El ex canciller Héctor Timerman publicó una columna de opinión en The New York Times en la que explica ser un “preso político” y responsabiliza de esa situación a la Justicia y al Gobierno. “Escribo estas líneas desde mi casa, donde he estado confinado por los tribunales por más de una semana. Soy un prisionero político. Un juez argentino me acusó de traición y encubrir a funcionarios iraníes acusados de planear el ataque terrorista 1994 en contra de la Argentina Asociación Mutual Israelita, o la AMIA, el principal centro judío de Buenos Aires, en el que 85 personas murieron y 300 resultaron heridas. Veintitrés años después del ataque, nadie ha sido condenado y se han establecido pocos hechos aparte de los que ocurrieron”, arranca el texto. Timerman relaciona a Mauricio Macri con el juez Claudio Bonadio, de quien asegura que ha “logrado encabezar la mayoría de los casos contra la Sra. Fernández de Kirchner y ha encarcelado a varios de sus ex funcionarios”. También escribió que quiere ser “juzgado lo más rápido posible” para salir de un “proceso kafkiano que agrava mi cáncer y me roba el tiempo que me queda”.