El Ministerio de Energía y Minería que conduce Juan José Aranguren tuvo que dar marcha atrás con los 140 despidos que había realizado luego de una intensa y larga negociación con ATE Capital, que incluyó la toma pacífica del edificio. Los despedidos corresponden al call center encargado de la recepción de las denuncias por la falta de servicio eléctrico, entre otros temas. Se trata de empleados que son monotributistas y el ministerio aprovechó esta circunstancia para rescindir sus contratos. La junta interna de trabajadores y la conducción de ATE Capital forzaron las negociaciones cuando realizaron una toma pacífica del ministerio, lo que provocó que por un momento los funcionarios de Energía y Minería amenazaran con desalojarlos a través de la Policía Federal. Las negociaciones las realizaron con el subsecretario de Coordinación Administrativa, Marcelo Blanco. El secretario de Organización de ATE, Hugo Bellón, expresó que el Gobierno quiere que los centros de atención a los usuarios los manejen empresas privadas. “Todos sabemos cómo se manejan las empresas privadas –dijo–: te ponen un disquito, no se soluciona nada y la población se muere, como en el caso de los electrodependientes, sin que nadie les dé una mano. No se pueden suplir las obligaciones del Estado con empresas privadas que lo único que buscan es rentabilidad”. Según el acuerdo alcanzado el Ministerio se comprometió a que durante los próximos tres meses los 140 trabajadores que pretendía despedir serán capacitados para su reubicación en otras dependencias.