Un auto atropelló deliberadamente a peatones que caminaban por una calle céntrica de Melbourne, en Australia, dejando un saldo de 19 personas heridas de gravedad, entre ellos un niño. El episodio ocurrió a las 16:30 local (5:30 en Argentina) y la policía ya detuvo a los dos conductores del vehículo. Las autoridades aclararon que hasta ahora no hay evidencia ni información de que el ataque este “relacionado con el terrorismo”.

Los detenidos usaron para el ataque una camioneta blanca con la que atropellaron a varios transeúntes en una concurrida calle cercana a la estación de tren Flinders Street, en el centro comercial de la ciudad. Testigos citados por la cadena local ABC, señalaron que el vehículo impactó con las personas a "gran velocidad".

El conductor del vehículo y un acompañante fueron arrestados en el lugar del incidente y se encuentran bajo custodia, detallaron desde la policía del estado de Victoria. "En base a lo que hemos visto, creemos que es un acto deliberado. Se desconocen las motivaciones", dijo a la prensa el comandante Russell Barrett.

 

El canal de televisión Sky News Australia afirmó que un niño pequeño con una herida en la cabeza había sido hospitalizado en estado grave. La policía pidió a través de Twitter a los testigos que suban a un sitio en Internet las imágenes recolectadas para ayudarlos con la investigación.

 

Una testigo, identificada como Sue, relató a la estación de radio 3AW de Melbourne que había oído gritos antes de ver cómo la "gente salía despedida por todos lados". "Oímos un ruido y cuando miramos a la izquierda vimos un coche blanco que atropellaba a todo el mundo", explicó.

 

Otro testigo, John, dijo a ABC Radio Melbourne que vio un "vehículo deportivo que se aproximaba a gran velocidad". "Solo escuché la colisión con la gente con bolsas y lo que parecían carritos de compra, espero que no fuera el cochecito de un bebé. Nunca vi nada como esto antes”, reconoció.

 

El pasado enero, un coche embistió deliberadamente a una multitud en el centro de Melbourne, matando a seis personas. El conductor, sospechoso de haber apuñalado a su hermano, estaba escapando de la policía en el momento que cometió el atentado, que no tuvo vínculos terroristas.