13 años es la condena que le dictaron a Joel “Chavito” Fernández por el femicidio de Melina Romero, la adolescente de 16 años que desapareció el 24 de agosto de 2014 a la salida del boliche Chankanab, en San Martín, adonde había ido a festejar su cumpleaños. Melina fue abusada, golpeada, asesinada y descartada en bolsa a un arroyo de Morón, cerca del Ceamse, en un hecho en el que participaron varios individuos. Esta semana, y a partir del testimonio clave de M., otra víctima sobreviviente de esa noche, un jurado popular concluyó que Fernández es culpable del “homicidio preterintencional en concurso real y privación ilegal de la libertad coactiva agravada por la participación de dos o más personas”, aunque la fiscal de la causa, María Fernanda Billone se negó a imputar al resto de los sospechosos porque “no contaba con suficientes pruebas” para ir a juicio, y en un hecho inédito no presentó acusación formal. “Con su ausencia nos sentimos abandonados por el Estado. Esta fiscal dejó pendiente una deuda muy grande”, lamentaron Ana María y Rubén, los padres de Melina.