La primera novela del mercado de pases es la posible transferencia de Lucas Pratto, desde San Pablo hacia River. El delantero es del gusto de la dirigencia y de Marcelo Gallardo, pero el delantero, quien estuvo ayer en un encuentro a beneficio organizado por Cambaceres, habló en exclusiva con TyC Sports: “No me llamó nadie, ni Gallardo ni nadie de la dirigencia. Obviamente que me pone contento que suene mi nombre en un club tan importante”.
“Me están llamando de todos lados, pero intento mantenerme al margen. Mi representante me dijo que no llegó ninguna propuesta. Hoy estoy en San Pablo y me siento bien ahí”, agregó el ex Boca y Vélez, entre otros. La información que se dio a conocer en la mañana de ayer es que el club de Núñez estaría dispuesto a ofrecer 10 millones de dólares por el pase del jugador.
Mientras tanto, algunos jugadores como Prattono se olvidan del club de sus orígenes, y otros no sólo no se olvidan sino que siempre están dispuestos a ayudarlo como es el caso de él y Lucas Wilchez, los amigos que se formaron en Cambaceres. En Defensores de Cambaceres se realizó un evento cuyo objetivo principal fue recaudar dinero para la institución. El valor de la entrada era de 100 pesos y un alimento no perecedero para donar a un comedor.
Una de las actividades fue el partido disputado entre los amigos de Pratto contra los de Wilchez. También el fútbol femenino tuvo su lugar en este evento al igual que el fútbol senior. Cambaceres recibió a sus hinchas y disfrutaron de una tarde, donde el amor por el club se sintió en la tribuna y también en la cancha.
Pratto tuvo su mejor momento futbolístico en Vélez, donde jugó desde principios de 2012 hasta fines de 2014. Su primer gol de manera oficial con la camiseta de Vélez fue el 29 de marzo de 2012, por los octavos de final de la Copa Argentina contra Central. El resultado final fue 1-1 y en la tanda de penales Vélez perdería 5-4 y sería eliminado. El 6 de abril de ese año debutó en la red por el Torneo Clausura, cuando convirtió el primer gol frente a Independiente, en el empate 1-1.
El jugador tenía muchos posibilidades de jugar el Mundial si Edgardo Bauza hubiera continuado como entrenador de seleccionado argentino, pero luego Jorge Sampaoli nunca lo convocó.