Pese a repetidas amenazas de Estados Unidos, la Asamblea General de la ONU aprobó ayer por amplia mayoría una resolución no vinculante que rechaza el reconocimiento que hizo el presidente norteamericano, Donald Trump, de Jerusalén como la capital de Israel.
La decisión de la ONU fue respaldada por 128 votos frente a nueve en contra y 35 abstenciones, incluyendo la de Argentina .El texto presentado por Turquía y Yemen y aprobado por una amplia mayoría de los países del mundo representa la continuidad de la posición acordada en el último medio siglo dentro de la ONU.
“Todas las decisiones y los actos que pretendan haber modificado el carácter, el estatuto o la composición demográfica de la Ciudad Santa de Jerusalén no tienen efecto jurídico alguno, son nulos y sin valor y deben revocarse en cumplimiento de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad”, sostuvo la resolución.
“Exige que todos los Estados cumplan las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la Ciudad Santa de Jerusalén y no reconozcan actos o medidas que contravengan lo dispuesto en esas resoluciones”, agregó el texto, publicado en la página web de Naciones Unidas.
El 6 de diciembre pasado, Trump rompió con una política de Estado de su país y reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, una decisión que generó festejos entre el gobierno israelí y parte de la comunidad judía y los grupos evangélicos más radicales en Estados Unidos, y repudio entre históricos aliados de Washington en Europa, la dirigencia palestina que reclama la parte oriental de la ciudad y todo el mundo islámico y árabe.
Desde su anuncio, ocho palestinos murieron y cientos resultaron heridos por la represión de Israel a masivas protestas en los territorios ocupados de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén este.
Los principales partidos palestinos volvieron ayer a llamar a un día de furia de protestas para mañana. El repudio internacional se tradujo el lunes pasado en el aislamiento total de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad, cuando los otros 14 países miembros votaron a favor de un texto muy similar al aprobado ayer en la Asamblea General.
En esa ocasión, el gobierno de Trump pudo hacer uso de su veto y evitó una resolución vinculante para todos los países miembros de la ONU.
Por eso, ayer Turquía y Yemen buscaron al menos conseguir una resolución no vinculante de la Asamblea General de Naciones Unidas, que exprese la voz de la mayoría de los países del mundo.
En los discursos previos a la votación, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, reiteró las amenazas que ella misma había lanzado el lunes en el Consejo de Seguridad y que luego repitió el propio Trump.
“Mientras piensan su voto, quiero que sepan que el presidente y Estados Unidos toma esta votación como algo personal. El presidente verá esta votación con detenimiento y pidió que le reporte qué países votaron en contra nuestra. Anotaremos cada uno de los votos en este tema”, amenazó.
Sin embargo, la mayoría del mundo se mantuvo firme en su rechazo a la decisión de Washington.
Votaron a favor de la resolución de la ONU 128 países, mientras que Estados Unidos, Israel, Honduras, Guatemala, las Islas Marshall, Micronesia, Nauru, Palau y Togo votaron en contra.
Además, 35 países se abstuvieron: Argentina, Australia, Canadá, Antigua-Barbuda, Benin, Butan, Bahamas, Bosnia Herzegovina, Camerún, Colombia, Croacia, República Checa, República Dominicana, Guinea Ecuatorial, Fiji, Haití, Hungría, Jamaica, Kiribati, Latvia, Malawi, México, Panamá, Filipinas, Polonia, Paraguay, Perú, Rumania, Ruanda, Islas Salomón, Sudán del Sur, Trinidad y Tobago, Tuvalu, Uganda y Vanuatu.
Desde Tel Aviv, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se apuró a repudiar la aprobación –“Israel rechaza completamente esta ridícula resolución”– y celebró el alto número de abstenciones que hubo, según un mensaje publicado en su página de Facebook. “Jerusalén es nuestra capital, antes de la resolución y después. Aconsejo a la ONU que se ocupe de asuntos donde puede ayudad a mejorar la situación”, agregó el premier.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en cambio, celebró la votación. “El voto de hoy es una prueba de que el mundo digno está unido frente a la intimidación y el abuso. Hacemos un llamado al mundo para que se traduzca en acciones concretas, incluyendo el reconocimiento de Palestina y su capital, Jerusalén este”, tuiteó el secretario general de la OLP, Saeb Erekat.
La mayoría de los países que rechazó el reciente giro político de Estados Unidos argumentó su voto recordando que las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU son vinculantes y deben ser respetadas por todos los Estados miembros de Naciones Unidas.