En Estados Unidos parece haber acuerdo para determinar si hubo intromisión de hackers rusos para apoyar a Donald Trump en la campaña presidencial. La Casa Blanca dijo ayer que apoya una investigación, tal y como exigen senadores de ambos partidos, por los ciberataques supuestamente orquestados por Rusia para ayudar al ahora presidente electo a ganar las elecciones. En su habitual rueda de prensa diaria, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el gobierno de Barack Obama apoya desde hace tiempo que el Congreso lleve a cabo una revisión de esos ciberataques, que Trump se resiste a atribuir a Rusia. El magnate neoyorquino volvió ayer a rechazar las informaciones de pirateo ruso en las elecciones de noviembre, a la vez que influyentes senadores apuntaron la necesidad de una investigación bipartidista y en profundidad.

Para el portavoz presidencial, la revisión del Congreso está justificada si se tiene en cuenta lo que está en juego y las consecuencias de ese pirateo. Earnest recordó, además, que Obama ordenó la semana pasada a las agencias de inteligencia realizar una revisión exhaustiva de los ataques cibernéticos contra el proceso electoral en el país, precisamente, para reunir evidencias que puedan ser presentadas al Congreso. Asimismo, el actual presidente estadounidense, Barack Obama, pidió también que, antes de abandonar el gobierno el 20 de enero, las agencias de inteligencia le entreguen una revisión exhaustiva sobre los ciberataques contra el proceso electoral estadounidense. 

Durante el fin de semana, Trump desacreditó un informe de la CIA que salió a la luz en el diario The Washington Post y que indicó que ésa y otras agencias de inteligencia concluyeron que los ciberataques de Rusia no buscaban simplemente desestabilizar el proceso electoral de Estados Unidos, sino ayudar al candidato republicano. El Kremlin negó varias veces su vínculo en los ciberataques y Trump se mantuvo del lado de Moscú a pesar de que, en octubre, las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron una investigación que relacionaba con el pirateo a varios funcionarios rusos. Entre otras cosas, los ciberataques generaron el robo y la publicación de 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) y otros muchos mensajes de la campaña de la rival de Trump en la carrera presidencial, Hillary Clinton.

Ayer Trump, apelando a su canal de comunicación preferido, su cuenta de Twitter, insistió en rechazar las informaciones del pirateo ruso a su favor. “A menos de que agarres a los piratas en el acto, es muy difícil determinar quién estaba haciéndolo. ¿Por qué no se sacó este tema durante las elecciones?”, afirmó el presidente electo. Además, el magnate señaló que “si los resultados electorales hubiesen sido los opuestos y hubiésemos intentado jugar la carta rusa”, entonces “lo llamarían una teoría conspirativa”.

Ante la respuesta de Trump, que tachó de ridícula la conclusión de la CIA de que Rusia le ayudó a ganar las elecciones con esos ciberataques, Earnest subrayó ayer que los profesionales y expertos de la inteligencia de Estados Unidos son unos patriotas, que dedican sus carreras y sus vidas a proteger la seguridad nacional. El portavoz agregó que está seguro de que, como le ocurrió a Obama, Trump se beneficiaría de sus consejos e informaciones si estuviera abierto a escucharlos. 

Por su parte, el senador republicano John McCain y el líder de la minoría demócrata en la Cámara alta, Charles Schumer, emitieron un comunicado conjunto en el que advierten que las recientes informaciones alarman a todos los estadounidenses. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se mostró ayer a favor de la investigación bipartidista, pero rechazó que se haga a través de un comité especial. “Es un asunto importante y queremos revisarlo desde un punto de vista bipartidista. No somos amigos de los rusos”, aseguró McConnell.


Otro ex Goldman Sachs

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió ayer al número dos del banco Goldman Sachs, Gary Cohn, para que lleve adelante el Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca. “Gary Cohn pondrá al servicio de los estadounidenses su talento como hombre de negocios’’, aseguró el futuro mandatario en un comunicado de prensa. Cohn, de 56 años, dijo que siente un gran honor ante su próximo cargo. “Comparto la visión del presidente electo Trump de garantizar que cada trabajador estadounidense tenga un empleo seguro en una economía floreciente y estaremos totalmente comprometidos en construir una nación fuerte, que crece y prospera’’, señaló.