Desde Santiago
Según las memorias del propio Augusto Pinochet –fallecido hace una década–, fue su mujer, Lucia Hiriart, quien lo azuzó para perpetrar el golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Conocedores de la historia y cercanos al otrora matrimonio más poderoso de Chile coinciden en la fuerte influencia que la nonagenaria mujer tuvo sobre el dictador más despiadado de esta parte del mundo y que muchas veces incluso lo ridiculizó en público.
Las violaciones a los derechos humanos, el pisoteo a la historia republicana del país, incluso las infidelidades atribuidas a su marido, nunca importaron más que vestir carísimas ropas traídas de Europa o confeccionadas por sofisticados talleres de moda, ostentar del poder que la Junta Militar les otorgaba y posar, siempre, con una sonrisa de oreja a oreja en cuanto foto le sacaban en su calidad de directora de CEMA Chile, fundación de apoyo a los Centros de Madres y que Lucía Hiriart dirigió y utilizó -con gran habilidad- desde 1973 hasta agosto pasado.
Según la periodista Alejandra Matus y que ha seguido el caso por años, CEMA Chile “se transformó en su ejército femenino propio y su principal herramienta para darle al gobierno de su marido un supuesto carácter de integrismo moral”. Poco antes de la llegada de la democracia, en 1990, el régimen cambió los estatutos para que CEMA quedara en manos de la esposa del comandante en jefe del Ejército, el cargo que asumió Pinochet tras abandonar La Moneda. En 1996 se produjo una nueva transformación de la normativa: CEMA quedó en manos de Hiriart aunque su marido dejara el Ejército, lo que finalmente sucedió en 1998.
Este aprovechamiento en los tiempos más álgidos de la dictadura, derivó en una serie de engaños y estafas que tienen a la “vieja inmortal”, como se le denomina en las redes sociales, arrinconada judicialmente.
Se estima que Cema Chile recibió gratuitamente unas 236 propiedades públicas durante la dictadura. Diez años después de la muerte de Pinochet, la Justicia por primera vez indaga a su viuda por delitos de malversación de caudales públicos y apropiación indebida, por la obtención y millonaria venta de esos inmuebles.
De hecho, mañana se debería interrogar a Lucía Hiriart, según tiene programado el ministro en visita Guillermo de la Barra.
De acuerdo a la información publicada por radio Bío Bío, Marco Antonio Pinochet –uno de los hijos menores de la familia– sería el encargado de coordinar con la Justicia la declaración que prestará su madre, diligencia que podría realizarse en el Hospital Militar, debido a que los 94 años de Hiriart le han generado diversas complicaciones de salud.
Tanto así que el sábado pasado, con motivo del aniversario 10 de la muerte del dictador, Lucia Hiriart no pudo asistir a la ceremonia en el Fundo Los Boldos, propiedad de la familia. Así lo confirmó Iván Moreira, senador de la UDI, partido de extrema derecha, que aprovechó de recordar al “Tata”: “el general Pinochet ha sido uno de los presidentes más grandes de la historia de Chile, salvó a Chile de ser un país de izquierda, de una dictadura de izquierda. Nos salvó de una guerra con Argentina. Entregó un legado de grandeza, progreso y desarrollo. Lo que es hoy nuestro país”.
La querella criminal la interpuso el Consejo de Defensa del Estado y la diputada comunista Karol Cariola. Hasta ahora, precisó Bío Bío, el ministro en visita ha embargado 41 bienes raíces de CEMA Chile y 1300 millones de pesos desde sus cuentas bancarias.
Solo entre los años 2009 y 2015 se vendieron 36 inmuebles por un monto de 12.100 millones de dólares, todos bienes donados durante la dictadura a esta Fundación que hasta agosto pasado dirigía la viuda del general Pinochet.
La prensa chilena ha informado además que a este episodio se debe sumar el Caso Riggs que pronto deberá traer novedades, pues la sentencia de primera instancia le entrega al Fisco los bienes que quedaron a nombre de Pinochet y también los que son de sociedades que el dictador abrió en paraísos tributarios. La apelación a ese fallo ya está en etapa de acuerdo después de seis meses de análisis en la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.
El tercer frente judicial que acecha a la familia obedece a la resolución de los juicios por los millonarios impuestos adeudados por Pinochet y tres de sus hijos quienes se habrían desprendido de bienes raíces traspasándoselos a otros familiares a valores irrisorios.
Como informó Ciper, de acuerdo a la ley, Augusto Pinochet fue sobreseído penalmente tras su fallecimiento, lo que no significa su inocencia. Pero el Caso Riggs siguió avanzando, aunque a paso más que cansino. Recién en mayo de 2015 el ministro Manuel Antonio Valderrama dictó la sentencia cuya apelación está en acuerdo en la corte capitalina.
La investigación judicial del Caso Riggs calculó en 8100 millones de dólares el perjuicio impositivo de las maniobras financieras de Pinochet para ocultar su fortuna, fijándose en 1395 millones de dólares lo adeudado entre 1999 y 2005. La querella del SII está dirigida contra él, su esposa y su hijo Marco Antonio por declaraciones de impuestos incompletas. Todos fueron procesados, pero luego sobreseídos.
El último de la familia en hablar fue un nieto de ambos: Augusto Pinochet Molina, el pinochetito quien dijo que “es su tema, ella heredó esa fundación que le hizo muy bien a Chile. En su momento se le entregaron los bienes del Estado a CEMA Chile, a mí personalmente no me parece bien, pero eso fue una decisión que se tomó muchos años atrás durante el gobierno militar, ahora si los bienes están ahí y hay que devolverlos, se termina el caso”.
La inmortal pasa sus días enclaustrada en su casa de La Dehesa, una de las zonas más caras de la capital. En la última década ha tenido escasa vida pública, salvo los rumores de su muerte que a veces aparecen en las redes sociales. Todas descartadas… por ahora.