Un hombre y sus tres hijos de entre 18 y 22 años fueron detenidos por el crimen por estrangulamiento de una mujer cuyo cuerpo apareció dentro de dos bolsas en su casa, en Villa Urquiza, y los investigadores sospechan que el mayor la sedujo y la asesinó para quedarse con la propiedad. El homicidio de Alejandra Cellerino, de 52 años, fue descubierto el jueves en su vivienda de la calle Quesada al 5000, luego de que un albañil denunciara en la comisaría 49 de la Policía de la Ciudad que el dueño de una remisería ubicada en esa misma cuadra le había pedido ayuda para deshacerse de un cadáver, con el cual había convivido al menos dos días. “Me mandé una cagada, andá a comprarme cal”, fue la frase que, de acuerdo con fuentes policiales, Jorge Alberto Blanco, de 50 años, dijo al albañil que se convirtió en el principal testigo de la causa.

El denunciante aseguró que inicialmente el hombre lo convocó con la excusa de que precisaba destapar unas cañerías del baño de la casa. Al llegar al lugar, contó el albañil, notó “muy nervioso” al hombre, quien entonces le dijo que, en realidad, necesitaba su ayuda para deshacerse del cuerpo de Cellerino, a quien, dijo, había matado porque quería echarlo de la casa.

Según las primeras averiguaciones de los investigadores de la comisaría 49 y de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, Blanco es dueño de la remisería “Autos JB”, ubicada en la misma cuadra que la casa de Cellerino, con quien tenía una relación.

De acuerdo con los investigadores, Blanco y sus hijos se instalaron en la casa de la mujer y aportaron alrededor de 200.000 pesos para iniciar refacciones y remodelaciones en el lugar, que se encontraba deteriorado.

Una comerciante del barrio contó a la prensa que hace un tiempo advirtió que los ahora detenidos habían empezado a trabajar en la vivienda, pero que nunca había visto a Cellerino, que aparentemente no tenía mucho vínculo con los vecinos. La mujer recordó que Blanco padre le fue a comprar un sandwich de milanesa el miércoles y que estaba “agitado y medio descolocado”. Otro vecino aseguró que Cellerino “toda la vida vivió con sus padres, hasta que murieron”, y que luego siempre la vio sola en la vivienda, que solía parecer abandonada. “Me llamó la atención que estaba arreglando la casa porque no era de ellos”, agregó el hombre respecto de la actitud del remisero y sus hijos en los últimos tiempos.

El martes fue la última vez que los vecinos vieron con vida a Cellerino. Fue ese día, de acuerdo con el testimonio del albañil, que Blanco habría cometido el crimen tras una discusión con la mujer, que habría querido echarlo de la casa.

“Es todo prematuro, pero la sospecha concreta es que el remisero se relacionó con la vecina para meterse en la casa, refaccionarla y quedarse con ella”, adelantó uno de los investigadores.

Luego de la denuncia del albañil, la policía detuvo a Blanco y sus tres hijos en la casa. Luego, tras revisar el lugar, halló el cuerpo de la mujer escondido en dos grandes bolsas de consorcio, como dispuesto para ser trasladado a otro lugar, informaron los investigadores.

La fecha de muerte estimada –48 horas antes de ser hallado el cuerpo– coincide con el día en el que, de acuerdo con los testimonios, aparentemente se produjo el homicidio, el martes. Los forenses determinaron que Cellerino murió por asfixia y detectaron en el cuello de la víctima algunas marcas compatibles con una maniobra de estrangulamiento, aunque aún resta el resultado de la autopsia. 

Blanco y sus hijos quedaron a disposición del juez en lo Criminal y Correccional 56, Alejandro Litvak, quien los acusa del delito de “homicidio”.