El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, admitió que el Gobierno estudia dictar un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que permita a las Fuerzas Armadas custodiar centrales nucleares y otros “objetivos estratégicos”. El motivo sería reubicar a los gendarmes que hoy cumplen esa función, aunque la iniciativa se inscribe en una modificación más amplia de las leyes de Defensa y Seguridad Interior. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en tanto, negó que se busque hacer intervenir a los militares en seguridad interior. “Me preocupa que esta decisión no termine con esto sino que sea un paso para involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas internas”, aseguró el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi.

Según trascendió, el Gobierno estudia dictar un DNU que permita a militares custodiar centrales nucleares, represas hidroeléctricas y otros “objetivos estratégicos”. Bullrich le hizo el pedido por escrito al ministro de Defensa, Julio Martínez, quien advirtió que para poder acceder haría falta una estructura legal que hoy no existe. Incluso, en Defensa estudian cambiar la reglamentación que hizo el presidente Néstor Kirchner de la Ley de Defensa en la cual indicó que los militares sólo podrán actuar para “la conjuración de situaciones de agresión externa perpetradas por fuerzas armadas de otro Estado”. Se buscaría eliminar el carácter estatal de las agresiones. 

Consultado por una radio de Santa Fe, Burzaco no descartó la posibilidad de utilizar militares para custodiar esos lugares. “En la medida que tuvimos que poner 3 mil gendarmes en Santa Fe, casi 7 mil miembros de las fuerzas federales en la provincia de Buenos Aires, es evidente que para no afectar lo que hemos establecido a principio de año en la frontera, tenemos que disponer de personal de Gendarmería que hoy está cumpliendo una función no primaria”, indicó el secretario de Seguridad, quien sostuvo que lo que se busca es “priorizar la presencia de gendarmería en lugares críticos y en la frontera”. 

Patricia Bullrich –con la que Burzaco nunca terminó de congeniar– salió al cruce de estas declaraciones. “Nosotros no tenemos la intención, de ninguna manera, de que las Fuerzas Armadas participen de la seguridad interior”, remarcó. La ministra se ocupó de relativizar todo: dijo que se trata de “borradores” y que “no hay nada decidido”. “Se está estudiando alguna posibilidad, pero todavía no está nada decidido”, insistió. 

Bullrich destacó, no obstante, que “además de reforzar el Gran Buenos Aires y Mar del Plata”, también es necesario “reforzar las fronteras”. El Gobierno calcula que podría liberar unos 1200 gendarmes si saca ese DNU habilitando a las Fuerzas Armadas a custodiar esos objetivos.

La iniciativa propuesta por el oficialismo fue cuestionada por el diputado del Parlasur y ex ministro de Defensa, Agustín Rossi. “Si se modifica la ley de Defensa entramos en una zona peligrosa”, remarcó. 

“Lo primero que hay que ver es el decreto para poder opinar. A priori, diría que está en el límite de la legalidad. El Gobierno podría colocar militares en el predio de una central nuclear, pero estarían impedidos de actuar ante, por ejemplo, un intento de robo. Habría que ver cómo sería el mecanismo. A la hora de actuar, tendrían que comunicarse con una fuerza de seguridad independiente”, ejemplificó Rossi.

“Las leyes de Defensa y de Seguridad Interior son construcciones piramidales de nuestra democracia y construidas con un amplio consenso. Si se quiere avanzar en una modificación de esas leyes, no se tiene que hacer por DNU sino dando una discusión en el Congreso”, advirtió Rossi sobre el método que están estudiando los macristas.

“La sensación que tengo es que este no es un punto de llegada sino un punto de partida para el Gobierno. No es la primera vez que a partir de declaraciones de sus funcionarios insinuó la posibilidad de involucrar a las Fuerzas Armadas en Seguridad Interior”, aseguró Rossi a este diario.

–El macrismo señala que ya hubo intervenciones de las Fuerzas Armadas en el control de las fronteras durante el Gobierno anterior.

–Nosotros hicimos la experiencia de Escudo Norte y Fortín 2, un operativo conjunto entre Defensa y Seguridad –respondió Rossi–. La Fuerza Aérea operaba los radares y los aviones interceptores. Pero lo que hacía era pasarle la información a gendarmería y la que actuaba era la Gendarmería. Al Ejército se lo puso a recorrer la zona de selva y de monte de Misiones y parte del Chaco. Lo que hacían era observar, informar y retirarse. Esto fue lo que se hizo, por eso no fue declarado violatorio de las leyes. El actual gobierno, prejuiciosamente, decidió dar marcha atrás.