“Se están comprando muchos más dólares que durante el kirchnerismo, pero esa situación no se ve porque nos estamos endeudando para que se pueda viabilizar esa fuga de divisas”, señaló ayer la ex presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. Tal como están advirtiendo economistas y analistas bursátiles, Marcó del Pont alertó sobre la frágil situación financiera que exhibe el país, dependiente del endeudamiento externo e interno, frente a un escenario global en que no abunda la liquidez, especialmente cuando el destino sean países emergentes. Arnaldo Bocco, ex director del Central, explicó que los emergentes deberán competir por la liquidez con las grandes potencias, lo que perjudicará especialmente a provincias que busquen financiamiento externo.
“Uno debería preguntarse dónde están los dólares del blanqueo, esos más de 7 mil millones de dólares, y adónde están yendo las divisas de este creciente endeudamiento. Se están yendo en la fuga de capitales, que es un fenómeno estructural de la argentina pero que este gobierno ha exacerbado hasta al limite con la flexibilización absoluta de la cuenta capital”, dijo Marcó del Pont. Según detalló, esta situación recrudeció a partir de la segunda mitad del año, debido a que la autoridad monetaria inició un ciclo de bajas de tasas de interés con el objetivo de reactivar la actividad económica.
“Con el esquema actual, tal como se lee la situación internacional, no sólo hay un debate en el tema de tasas sino en lo que deja la administración Obama”, opinó Bocco. La expectativa de los inversores está puesta en lo que pueda suceder con la política monetaria que aplique su sucesor, Donald Trump. “Estados Unidos va a reconfigurar su política económica, en lo que parece ser una vuelta a un keynesianismo más duro. Es por eso que las provincias deberán competir con lo que emitan los grandes bancos de países europeos en crisis o con el objetivo de refinanciar su deuda. Si el emisor no es conocido, como una provincia, será casi imposible competir”, agregó. En ese contexto, las provincias y las empresas enfrentaran una situación compleja no solo para conseguir fondos frescos, sino para refinanciar vencimientos de deudas.
Bocco se adelantó a una posible solución que busque el macrismo, como hacer una fuerte emisión de bonos a comienzo de año con bancos internacionales y sumar a entidades locales. Pero señala que eso afectará fuertemente la inflación y el Central no tendrá en un contexto recesivo como el actual margen para aplicar la receta ortodoxa de subir la tasa de interés local.
Desde una sociedad de Bolsa señalaron a este diario que el año próximo habrá margen para hacer nuevas colocaciones en el mercado local, aunque con tasas altas. Y lo mismo va a suceder con las empresas que quieran colocar deuda afuera, las cuales se van a encontrar con un costo mayor respecto de hace dos meses por las dudas que todavía genera Trump. “Sea cual sea la política que adopte Trump, el año próximo va a ser de alta volatilidad”, agregó el operador bursátil.