Alejandro “Pipi” Rosado, el joven cartonero que durante la represión del lunes pasado fue arrollado por un policía motorizado luego de ser baleado con perdigones de goma a menos de un metro de distancia, se constituirá como querellante contra el Estado por ese ataque. El muchacho continúa internado y su estado de salud mejora poco a poco.
El muchacho de 19 años fue una de las víctimas que las fuerzas de seguridad eligieron al azar en la cacería desatada tanto contra los manifestantes que ese día se movilizaron contra la reforma previsional como con los ocasionales transeúntes de la zona de Plaza de Los Dos Congresos y la Avenida de Mayo.
Su caso fue conocido por el video que muestra el momento en que un policía lo atropella entre corridas y disparos, en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Tacuarí.
El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) informó que el joven “se está recuperando de buena manera” y que “se constituirá como querellante frente al feroz ataque de las fuerzas de seguridad que lo agredieron, lo amedrentaron, lo arrojaron al piso” y, además de haberle “pasado por encima con una moto, le quemaron la pierna con el caño de escape y le dieron un escopetazo de perdigones de goma a menos de un metro de distancia que le dejó una herida de la que todavía está recuperándose”.