Las ventas navideñas conformaron a los comerciantes del centro rosarino, al celebrar la leve mejora experimentada respecto del año pasado, aunque todavía el nivel de la economía siga por debajo del 2015. Según el balance divulgado por la Asociación Casco Histórico -una de las entidades que representa al sector- el repunte se fundó en la ingeniería de ofertas y descuentos desplegada por los comerciantes, y decisiones extra como la que llevó a nueve de cada diez a mantener el local abierto hasta la tarde del domingo 24, incluso como forma de reforzar la competencia contra los grandes supermercados. "Todos vendieron, pero nadie se llevó los laureles. Hubo un buen reparto de los recursos circulantes", concluyeron. El importe promedio de las ventas estuvo alrededor de los 700 pesos.

Las perspectivas previas, tanto en Casco Histórico como en la Asociación Empresaria de Rosario y cualquier cámara sectorial, pintaban un fin de año escaso de actividad mercantil. El clima enrarecido por la polémica ley de reforma previsional que, además, derivó en un paro que restringió las ventas el lunes y martes de la semana pasada, fue un condicionante extra de la actitud reticente de los consumidores. No obstante, hicieron de la necesidad una virtud y salvaron la ropa.

"Ante un escenario recesivo en general, hubo diversos factores que provocaron que las familias sean más cautelosas a la hora de desembolsar para comprar regalos. Los comerciantes del casco histórico tuvimos que esforzarnos más para lograr ser competititvos frente a las fuertes apuestas de las grandes superficies comerciales. En este sentido, podemos decir que tuvimos un cierre de año discreto en cuanto al consumo, con buen reparto de los recursos circulantes, pero con interrogantes de cara al futuro", analizó el titular de la entidad mercantil, Fabio Acosta.

Los paros dispuestos por las centrales gremiales el lunes y martes de la semana pasada habían caído mal en el espíritu empresario que esperaba esta ocasión para vender todo lo posible. Lo que pasó después, según la impresión de los analistas de la entidad que elaboró el informe, fue que "el consumidor volvió ávido de compras, y vino tentado por las múltiples ofertas, descuentos, sorteos y regalos por compras en un entorno seguro y con estacionamiento sin cargo en una amplia zona del casco histórico", valoró Acosta.

En este sentido, advirtieron que los grandes supermercados hoy hacen mella en su plan de negocios. "Junto con los shoppings de la zona norte conforman un combo de propuestas que hizo levantar el guante y competir de igual a igual en el centro, con sólido bloque de propuestas de consumo que fueron claves para no perder por goleada frente a esos históricos rivales", reveló el dirigente mercantil. Al respecto, Acosta valoró la liberación del estacionamiento medido en esas vísperas navideñas, la presencia sostenida de agentes de la GUM y de la policía, y hasta le agradeció a la EPE por lo que consideró una mejora en la calidad del servicio eléctrico. "A diferencia de otros años, esta vez no hubo generadores de energía en las puertas de los comercios".