El 29 de diciembre, Netflix estrenará la cuarta temporada de Black Mirror. Muy a tiempo para pasar un fin de año tecnofóbico con seis nuevos episodios. La sátira social y la paranoia cotidiana vuelven a ser la norma de la entrega, aunque hay algunas novedades: uno de los episodios (“USS Callister”) cuenta con elementos de parodia a Star Trek, y otro está rodado íntegramente en blanco y negro (“Metalhead”). ¿De qué va el resto? Hay uno dirigido por Jodie Foster (“Arkangel”). La reconstrucción de recuerdos y el clima de thriller aparecen en “Cocodrilo”. Otra APP siniestra tendrá lugar en “Hang the DJ”, con un dispositivo que les dice a las parejas cuánto durará su relación. Con tres historias en una, “Black Museum” invita a recorrer un espacio dedicado a artefactos criminales. Justamente el formato de cajas chinas de esta antología llevó a que circule la teoría de que todos los episodios están interconectados. “Mi respuesta ha ido cambiando con el tiempo pero todo parece implicar que están en un universo compartido”, confirmó Brooker, su creador.
El regreso de Black Mirror
Paranoia cotidiana
Este artículo fue publicado originalmente el día 26 de diciembre de 2017