El gobernador Miguel Lifschitz encabezó ayer el acto de presentación de los avances en el Registro Unico Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaga), Ley provincial 13.093, al cumplirse un año de la implementación del decreto que modificó su reglamentación. "Este acto refleja el trabajo desarrollado a lo largo de un año por los ministerio de Justicia y Derechos Humanos y de Desarrollo Social para resolver un problema de muchos años en la provincia en materia de adopción", resaltó Lifschitz.

"Por un lado, cientos de chicas, chicos y adolescentes para los cuales los jueces habían dispuesto medidas excepcionales y planteado la situación de adoptabilidad. Chicos con historias de desamparo, abusos, violencia, vulneración de derechos, que permanecían institucionalizados y sin ninguna chance de encontrar una oportunidad, una familia, una perspectiva de desarrollo, de integración y de inclusión para sus vidas; y por otro lado, cientos de familias, potenciales padres o madres que durante años esperaban la oportunidad de encontrar un niño o una niña para adoptar y, con ello, completar su familia o formarla", explicó.

"Desde le inicio de nuestra gestión nos planteamos encontrar un camino para que el Estado realmente cumpliera su rol y pudiera entender los problemas de los niños y de esos padres que buscaban una familia. Creo que encontramos ese camino, con sentido común y sensibilidad, poniéndonos en el lugar del otro y buscando soluciones posibles", afirmó. "Al finalizar nuestra gestión, vamos a dejar un verdadero modelo de cómo integrar a los niños y niñas a las familias", agregó.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, indicó que "cuando uno habla de políticas, lo primero que tiene que hacer es referenciar qué queremos hacer. Y a ese qué, como a muchos otros logros conseguidos en estos dos años por el equipo del Ministerio de Justicia, lo marcó el gobernador al decirnos que no puede haber chicos institucionalizados, no puede ser que haya muchos papás que quieren adoptar y tantos chicos en las instituciones".

El subsecretario de Asuntos Registrales, Matías Figueroa Escauriza, consideró que a un año de la firma del decreto reglamentario por parte del gobernador Miguel Lifschitz, que "generó las pautas de trabajo desde el Ruaga", se definió "una única lista provincial para la gente que quiere llevar a cabo una adopción", de manera que quien tenga "mayor antigüedad sea el que se inscribió primero". Entre las variables objetivas, el funcionario mencionó "el sexo, si una persona quiere adoptar un varón o una mujer; por la edad, que los aspirantes contestan hasta qué edad quieren llevar a cabo una adopción; si aceptan o no niños con patologías; y si aceptan o no ‑y hasta cuántos‑ grupos de hermanos. El criterio fue idéntico en toda la provincia para generar transparencia", explicó. Otro lineamiento del decreto reglamentario Nº 5170/16 del Poder Ejecutivo provincial tuvo en cuenta el requerimiento de padres adoptivos y aspirantes. "Escuchamos y no nos encerramos en lo que nosotros considerábamos lo correcto, recepcionando las críticas constructivas para modificar lo necesario", concluyó.