A dos días del “indulto humanitario” de Pedro Pablo Kuczynski al ex dictador Alberto Fujimori, en prisión hace diez años por crímenes de lesa humanidad, el politólogo peruano Julio Panduro dijo que es preocupante que en “uno de los posibles escenarios electorales”, los peruanos tengan que elegir entre los hermanos, Keiko y Kenji Fujimori. “Sería preocupante y muy malo que para 2021, si llega Kuczynski a terminar su mandato, tengamos que elegir entre los hijos de Fujimori, Keiko y Kenji. Es un escenario improbable pero en Perú todo puede pasar. Ninguno de los dos ha demostrado vocación democrática y siempre han sido muy autoritarios”, sostuvo el analista político.

 Para Panduro, el enfrentamiento entre ambos “se dejó ver durante la última campaña presidencial”, en la que Keiko perdió frente a Kuczynski, por muy poco margen. “Kenji nunca estuvo presente, ni a favor de su hermana, es una relación que se fue deteriorando, aunque decían que no había fisura”, contó.  El intento de destitución de Kuczynski de la semana pasada fue motivado por el sector de la bancada de Keiko en el Congreso, “pero Kenji no dio los votos y el bloque se escindió. Kenji efectivamente negoció por lo bajo con el gobierno, es el operador y Keiko no dijo nada, recién apareció ahora yendo a visitar a su padre”. En términos de diferencias bajo el mismo paraguas ideológico, la línea “dura” y “recia” de Fujimori padre, la sigue Keiko; en cambio, “Kenji tiene vocación de dialogo con el gobierno”. 

“Como todo gobierno autoritario surgido del seno de la democracia, el fujimorismo fracturó al país en dos, el 50 por ciento lo rechaza y el otro 50 lo apoya y eso se vio en la última elección”, recordó.  Y analizó el comportamiento de esa franja: “el fujimorista es de perfil bajo, solo se manifiesta al votar porque es una suerte de vergüenza pública. No lo reconoce, son solapados, porque saben que apoyan algo negativo para el país”. 

La teoría de una posible elección polarizada entre los dos hermanos no sale de la nada. La movida política de Kuczynski de indultar al ex dictador en la previa a la Nochebuena despertó el malestar social. Miles salieron a la calles de la capital peruana en rechazo a esta decisión, negociada por el presidente con el sector de Kenji en el Congreso para evitar su propia destitución, tras ser denunciado en la trama de corrupción Odebrecht. 

El escenario que se abre para Kuczynski “es muy complicado y difícil porque en el ultimo mes demostró una gran debilidad con minoría en el congreso y falta de decisiones para manejar la crisis política que devino en el pedido de destitución por parte del bloque fujimorista, que son mayoría”, sostuvo. 

“Desde que está en el poder, nunca se vio una manifestación como la del 24. Siempre tuvo un tibio apoyo, pero ahora el rechazo se hizo notar. Va tener una fuerte oposición en el Congreso y una población de espaldas por este error que cometió. Será un gobierno muy débil”, agregó el politólogo.  Y si el indulto fue una estocada para muchos peruanos que no olvidan y gritaban “Nunca más”, Kuczynski, en aras de canjear su permanencia en el poder a cambio de la libertad de Fujimori, calificó de “excesos y errores” los crímenes del ex dictador.