Ningún funcionario se anima a precisar de cuánto será la suba y tampoco confirma cuándo comenzarán a regir las nuevas tarifas, pero los boletos de colectivos y trenes aumentarán antes de que termine el primer trimestre de 2018. El último aumento en el boleto de los colectivos que recorren la ciudad de Buenos Aires y el conurbano sucedió en abril del año pasado. Aquella modificación marcó un salto de entre 86 y 100 por ciento para llevar el pasaje más utilizado hasta los 6,5 pesos. Aunque escalonada, la suba prevista por la Casa Rosada duplicaría ahora la tarifa a finales del año próximo. Con el primer sacudón el boleto mínimo llegaría hasta los 8 pesos y podría concretarse en febrero. Los aumentos previstos se suman al resto de los servicios públicos y sumarán presión sobre la inflación. Como aliciente, el Gobierno evalúa que quienes realicen más de un viaje por día paguen tarifas decrecientes y sostener la tarifa social. Con esas subas las tarifas del área metropolitana se acercarían a los precios que pagan los usuarios en el resto del país. 

A lo largo de los últimos meses trascendió que el Ministerio de Transporte evaluaba implementar una suba escalonada de 50 centavos mensuales durante todo el año próximo que llevaría el boleto de colectivo que hoy cuesta 6,5 pesos hasta los 12,5 pesos dentro de doce meses. En ese esquema, el pasaje de tren que hoy llega a 4 pesos terminaría costando 10 pesos en un año, lo que representaría un aumento anual de 150 por ciento. Existen dificultades técnicas para implementar la actualización mensual del sistema SUBE y, por eso, la alternativa bajo análisis consiste en implementar dos aumentos en el año. La argumentación oficial para la suba, que por motivos electorales decidió eludir durante 2017, es la reducción de los subsidios que desembolsa el Estado para financiar al sector en el marco del compromiso para reducir el déficit fiscal.