“Esto es un paso más para cumplir con todas las injusticias posibles”, denunció Papaleo, para quien el máximo tribunal –a cuyos integrantes calificó de “alfiles del Gobierno”- debiera dar a conocer los argumentos por los cuales ratificaron la decisión del juez Julián Ercolini que exime de culpa y cargo a los empresarios y que cerró la causa.
Durante una entrevista por radio Del Plata, Papaleo reconoció que tanto ella como su hermano Osvaldo Papaleo “preveíamos que esto podía pasar”, sobre todo “por el Gobierno y situación que estamos viviendo”. La resolución de la Corte “es bastante coherente”, cuestionó.
También criticó al juez Ercolini por haber pedido el sobreseimiento de Magnetto y Mitre sin haberlos citado a declaración indagatoria. “Tenemos las pruebas de las entrevistas que ellos tuvieron con los militares por Papel Prensa”, ratificó, y agregó que por tal razón “bajo ningún concepto puedo perdonar que se siga insistiendo con que nosotros estábamos de acuerdo con la venta y que estábamos de acuerdo con lo que pagaban”.
Hace casi un año el mismo magistrado decidió el sobreseimiento de Ernestina Herrera de Noble, una de las propietarias del multimedio, fallecida en junio pasado. Los tres estaban acusados por el “desapoderamiento extorsivo” de Papel Prensa a la familia Graiver durante la última dictadura cívico militar. La Cámara Federal porteña confirmó esa decisión poco después y no consideró responsables de la apropiación a los dueños de Clarín y La Nación.
“Esto es todo una farsa trágica para nosotros”, remarcó la viuda de David Graiver, dueño de la compañía productora de papel para diarios que murió en un sospechoso accidente aéreo en agosto de 1976, y cuyos sucesores fueron conminados tres meses después a firmar la venta de la compañía a un precio varias veces menor al del mercado. “Siempre dije que el asesinato de David era producto de Papel Prensa”, insistió.
La expropiación de la empresa, subrayó Papaleo, “la hicieron bajo amenaza de muerte” y este argumento “es imposible derrotarlo, destruirlo”. “En la tortura me abrí la parte interna de los dos labios” para no hablar, recordó, y volvió a asegurar que fue Héctor Magnetto quien la intimó a firmar la documentación del traspaso de la empresa: “‘Señora, usted tiene que firmar porque en esto va su vida y la de la hija", le dijo en aquel entonces el actual CEO del Grupo Clarín. "La mirada de ese hombre la recuerdo más que la de mis torturadores”, relató y aseguró que “todo esto es imposible de negar”.