La celebración del Campeonato del Mundo de Ajedrez Rápido y Relámpago Rey Salman de la Paz y la Amistad en Riad, Arabia Saudita, está provocando un alud de problemas a la Federación Internacional, debido a las particulares leyes del país arábigo. El primero es que Anna Muzychuk, doble campeona del mundo, ha decidido no participar por una cuestión de principios. La decisión de la ajedrecista ucraniana, aplaudida desde muchos sectores del deporte y la sociedad, se debe a que no quiere ser considerada una criatura de “segunda”, en referencia al trato que reciben las mujeres en Arabia Saudita. En un comunicado hecho público en su Facebook, Muzychuk informa de su decisión, que conlleva perder sus dos coronas mundiales.
La ajedrecista asegura que no quiere “jugar bajo las reglas de otro”, “no llevar abaya”, y “no estar acompañada en la calle”. Muzychuk asegura estar triste, pero también estar muy segura de la decisión, que toma por “principios”. No jugar el Mundial significa no poder sumar los mismos puntos que lograría en doce eventos del calendario juntos.
Muzychuk remarca que lo peor de todo es que tiene la sensación de que “a nadie le importa” lo que está sucediendo, y lo que tendrán que vivir las mujeres que compiten en Riad. A pesar de sentir una sensación “amarga”, la ucraniana asegura que nada ni nadie le hará cambiar de opinión y de principios. Además, que su hermana Mariya, también ajedrecista de alto nivel, haya tomado la misma decisión le hace sentirse “muy feliz”. Muzychuk se despide con un “¡Volveremos!”.
El conflicto de Muzychuk no es el único que sobrevuela el Mundial. Israel y varios representantes de federaciones internacionales de ajedrez comunicaron que se les ha denegado el visado a siete ajedrecistas israelíes, para participar en el torneo que comenzó el martes en la capital de Arabia Saudita.
En la ceremonia de apertura del campeonato, el director de la Federación Mundial de Ajedrez (FIDE, en siglas en francés), Georgios Makropoulos, dijo que esperaba que en próximas convocatorias el reino saudita permitiese la participación de todos los jugadores. “Nos gustaría ver el próximo evento aquí, como el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido y Relámpago Rey Salman de la Paz y la Amistad, donde todo el mundo sea invitado”, dijo, según recogió el diario The Times of Israel.
En los últimos dos meses, la FIDE hizo “grandes esfuerzos para asegurar el visado a todos los jugadores”, dijo Makropolous en un comunicado difundido por medios locales en el mes de noviembre. Sin embargo, en las últimas horas, el vicepresidente de la Federación, Israel Geller, dijo que las visas de siete jugadores israelíes, cinco hombres y dos mujeres, no iban a ser expedidas. Geller agregó que los saudíes simplemente no respondieron a la petición israelí.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores saudí, Fatima Baeshen, declaró este a través de Twitter: “El reino permite la participación de todos los ciudadanos (...) con excepción de países específicos con los que históricamente no ha tenido relaciones diplomáticas”. Durante los últimos años, algunos políticos israelíes han sugerido que hay relaciones entre Israel y Arabia Saudita, sobre todo porque ambos países recelan del crecimiento de la influencia de Irán en la región.
Sin embargo, la posición oficial de las autoridades saudíes es que su gobierno no establecerá lazos diplomáticos con Israel, hasta que éste no negocie un acuerdo de paz con los palestinos. El lunes, la FIDE también informó que, tras su mediación, el reino Saudí expidió visas a jugadores de Irán y Qatar, a pesar de que Riad había roto lazos con los dos países.
Por su parte, la Federación Israelí de Ajedrez comunicó su indignación por el hecho de que la FIDE aceptase “la celebración de un torneo internacional que no garantiza la participación de todos los atletas”, recogió The Times of Israel. Los deportistas israelíes se suelen encontrar con dificultades cuando compiten en Oriente Próximo o contra países de la zona.