El oficialismo cerró el año con buena parte del paquete de reformas económicas aprobado en el Congreso, en dos semanas de tratamiento exprés y gracias al apoyo de algunos de los gobernadores que firmaron el pacto fiscal con la Nación. Ayer fue el turno del Presupuesto para el año próximo, la reforma tributaria y la prórroga del impuesto al Cheque, que fueron convertidos en ley en el Senado. En una votación simultánea, el Presupuesto obtuvo 54 votos a favor y 14 en contra, la reforma tributaria cosechó 52 adhesiones, 15 rechazos y una abstención y la prórroga del impuesto al cheque fue aprobada por 65 votos a favor (incluida Cristina Kirchner), 2 en contra (Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catafalmo, ambos puntanos) y una abstención (Carmén Crexell, del MPN). El malestar que sobrevoló de manera explícita la sesión fue el ritmo desaforado al que fueron sometidos proyectos tan complejos como los tratados y convertidos en ley en apenas dos semanas de sesiones extraordinarias. Durante el debate hubo cruces y encendidos discursos sobre el endeudamiento y el manejo de los recursos de la Anses. La presidencia del Senado, a cargo del Ejecutivo, Gabriela Michetti, se mostró inflexible en los tiempos, principalmente con los legisladores críticos que se extendieron en sus alocuciones, pactadas en diez minutos.
La senadora Cristina Fernández de Kirchner (Unidad Ciudadana) se quejó por los aprietes que sufrieron algunos gobernadores para firmar el pacto fiscal. “Asumí por primera vez el 10 de diciembre de 1995 y ya había dos pactos fiscales firmados. Nunca las provincias pudieron cumplirlo. Pero esta vez hubo 23 gobernadores que firmaron porque dos días antes de la reunión apareció en los diarios una foto de (la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia) Vidal con el presidente de la Corte (Ricardo Lorenzetti) y decía que se había establecido un acuerdo por el Fondo del Conurbano. Los gobernadores tuvieron terror de que les descontaran recursos si el fallo salía a favor de Buenos Aires”, recordó. El senador rionegrino Miguel Angel Pichetto (Frente para la Victoria) discrepó en que haya habido presiones y aseguró que el acuerdo se firmó en un proceso de “diálogo con el Gobierno nacional”.
Pese a las críticas manifestadas en la sesión, el gobierno de Cambiemos estableció una agenda de trabajo que inhibió el debate y el análisis de los proyectos presentados. “Esta cámara va a sesionar sin el tratamiento legislativo previo, teniendo en cuenta que ayer (por anteayer) se debatió en apenas cuatro horas y hoy la tratamos acá”, resumió Adolfo Rodríguez Saá (Frente Unidad Justicialista San Luis), la única provincia que no adhirió al denominado Consenso Social. En esta crítica se sumó la mendocina Anabel Fernández Sagasti (FpV-PJ), quien definió como “simulacro de debate” y “maratón de ajuste”. “No hubo debate, porque por debate se entiende cuando se pueden intercambiar opiniones para contribuir a un mejor proyecto, pero esto no sucedió; no se le permitió reformas ni a los propios senadores del oficialismo”, resaltó.
La sesión
“Este es un debate ideológico, porque así lo es cuando uno decide a quien se le va a cobrar más o menos, como desfinanciar a la Anses o la reducción de las contribuciones patronales”, expuso Fernández de Kirchner. Remarcó la contradicción de que se renuncie a 1,5 por ciento del PIB en recursos impositivos mientras se esgrime que “el déficit es el tema que más preocupa al Gobierno y se le reduce a los jubilados y a las pensiones no contributivas”. “Es fácil de entender que esto es una transferencia de impuestos”, agregó la senadora. Consideró que la disminución de las cargas patronales no beneficiará a las pymes: “Si le das a elegir reducción de aportes o asegurarle el mercado interno, eligen esto último. Porque la baja de los aportes patronales tampoco genera empleo. Eso también ya lo vimos”, insistió la jefa del bloque, quien denunció que el objetivo del Gobierno es “mostrar una Anses quebrada”. “Miren lo vertiginoso del endeudamiento de estos dos años que ya superó el de los seis años de la última dictadura. Ustedes recibieron un país desendeudado. Por eso (el ministro de Finanzas, Luis) Caputo puede llevar a cabo este festival de deuda”, aseguró CFK, quien sentenció que esta es una política de “sociópatas”. “Tal vez crean que este es el sistema de disciplinamiento social para reducir los salarios”, concluyó.
“Nadie creó tantos pobres como este Gobierno”, sostuvo el formoseño José Mayans (Frente para la Victoria), quien pidió explicaciones por el uso de los fondos de la Anses y el aumento de la deuda. “El gobierno de Cristina Kirchner dejó la canasta básica en un valor de 7800 pesos, pero ahora está en 17.000. Lo que hicieron con este programa económico es generar pobres por cantidades”, reiteró. “¿Dónde está (el director de la Anses, Emilio) Basavilbaso para explicar por qué está haciendo polvo el fondo de garantía de sustentabilidad? Está haciendo pelota el sistema previsional. Está haciendo desastres con el FGS y lo único que escuchamos del Gobierno es un montón de cosas felices”, criticó Mayans.
También se refirió a Caputo, a quien lo calificó como el “experto en offshors”. “Sólo quiero terminar invitando al ministro de Finanzas para que diga qué hizo con la suma sideral de deuda que tomó”, reclamó en momentos en que la presidenta del Senado, la vicepresidente Michetti, lo interrumpió porque se había excedido en el tiempo y le cortó el micrófono. Varios senadores consideraron que ante un trámite exprés, debería tenerse consideración si un legislador se extiende unos minutos. Michetti no aceptó ninguna de las propuestas y sólo le dio unos minutos que le restó a la compañera de bancada de Mayans, Margarita González. “Sólo quiero que el ministro de Finanzas nos diga que hizo con los fondos de la deuda y que el infeliz de Basavilbaso, porque no puede ser feliz malvendiendo los activos de los abuelos, nos dé explicaciones”, insistió Mayans. “También quiero que me muestren los 700 kilómetros de rutas que dicen que hicieron en mi provincia. Si mienten así, como lo harán con otras cosas”, pudo finalizar Mayans.
La senadora chubutense Nancy González (Alianza Frente para la Victoria) se quejó por el tratamiento exprés y sin debate de los proyectos. “No se pueden leer más de 300 artículos desde el mediodía hasta las 15 que comenzó el tratamiento en comisión. No se puede legislar de espaldas al pueblo”, señaló. Carlos Alberto Caserio (Alianza Unión por Córdoba) coincidió en que existen problemas en el Presupuesto: “Nadie estima que se va a cumplir la meta inflacionaria y después los trabajadores tienen que discutir los salarios con esa meta de inflación”. Por su parte, la santafesina María de los Ángeles Sacnun (FpV-PJ) puntualizó en el Consenso Fiscal. “La plata de los jubilados se la van a entregar a María Eugenia Vidal, mientras que en lo referido al Presupuesto 2018 puedo decir que expresa el programa de ajuste y de endeudamiento de este Gobierno”, señaló la senadora cordobesa.
El senador misionero Maurice Closs (Frente Renovador de la Concordia) afirmó que “el presupuesto y la reforma tributaria se desenvuelven dentro de una economía con un cóctel explosivo que se reitera hasta el cansancio: altas tasas de interés internas, atraso cambiario y el ingreso indiscriminado de divisas para el mercado financiero”. “Y esto termina de dos formas: mal o muy mal”, sintetizó la legisladora chaqueña María Inés Pilatti Vergara (Frente para la Victoria).