El dólar cerró ayer a 18,79 pesos. Subió 18 centavos y anotó su noveno incremento consecutivo. La escalada del tipo de cambio comenzó a mediados de diciembre, cuando se ubicaba a 17,70 pesos. El alza fue del 6,2 por ciento. En la city ya alertan por el efecto inflacionario que puede tener este avance en la plaza cambiaria. Esto se debe a que la divisa aumenta junto con el anuncio de ajustes en las tarifas de servicios públicos y el alza del precio internacional del petróleo, lo cual puede generar un impacto sobre los combustibles en el mercado interno. Por ahora, en las petroleras no confirman cuándo será el próximo ajuste. Diciembre puede cerrar con una inflación cercana al 3 por ciento y marca inercia para los primeros meses de 2018. El Central, según las estimaciones del mercado, incumplirá por tercer año la meta de inflación.
El dólar minorista no fue el único con avances fuertes. El tipo de cambio mayorista, con el que operan los grandes bancos, exportadores e importadores, se anotó ayer en un record de 18,46 pesos, al incrementarse 10 centavos. La cotización del dólar ilegal superó por primera vez los 19 pesos, al subir unos 15 centavos y terminar la jornada en 19,05 pesos. En lo que refiere al Rofex, el mercado en que se pactan dólares a futuro, la divisa cerró en 18,41 pesos para finales de este mes, al tiempo que se ubicó en 18,77 pesos para enero y en 19,10 pesos para febrero.
Las reservas internacionales del Central se ubicaron en 56.266 millones de dólares, con un retroceso de 72 millones. La autoridad monetaria no consigue sumar divisas que no sean del endeudamiento externo. Por el contrario, enfrenta una dolarización del mercado interno cada vez más acelerada. Los ahorristas compran un record de 2500 millones de dólares al mes para atesoramiento. Los importadores (neto de exportaciones) sacan de la economía unos 1500 millones de dólares por mes. Y los argentinos que compra divisas para viajar el exterior se llevan unos 1000 millones mensuales. Esto implica que cada 30 días salen del mercado interno divisas equivalentes a casi 1 punto del PIB. Se trata de recursos que podrían potenciar el consumo y la inversión local, pero por el programa de apertura y desregulación financiera salen de la economía. Para cubrir este desequilibrio el Gobierno incrementa su stock de pasivos con acreedores internacionales. Pero es una estrategia que genera dependencia y volatilidad ante shocks externos.
La bolsa porteña, en tanto, marcó un incremento 0,1 por ciento, aunque a mitad de la jornada llegó a anotar un alza del 1,2 por ciento. La volatilidad en las acciones fue una de las principales características de la rueda de operaciones. El índice MerVal alcanzó un nuevo record 29.193 puntos básicos. Parte de la suba se explica por la corrección del dólar, con acciones en pesos que acompañan ese movimiento. Se operó un volumen de 815 millones de pesos, un monto que se ubicó muy por encima del promedio mensual y permitió extender la buena racha de la bolsa porteña. Algunas de las subas destacadas fueron las del 1,5 por ciento de Grupo Financiero Galicia y del 1,3 por ciento de YPF. La caída más fuerte fue del 2,8 por ciento en Edenor. Entre los bonos se destacó el alza del 7,3 por ciento del Cupón PBI, con un avance del 7,3 por ciento. Esto se debió a la publicación del dato de crecimiento del Indec, que arrojó un alza del 5,2 por ciento para octubre (ver aparte) y deja cerca de gatillarse el cupón. Para que se abone este instrumento financiero el PBI debería crecer este año por arriba del 3 por ciento (y en 10 meses la actividad acumula 2,8).