El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció hoy que el gobierno decidió modificar las metas de inflación previstas hasta 2019. Luego de haber incumplido el techo de 17 por ciento fijado para este año, se decidió revisar el rango de 8 a 12 por ciento pautado para el año próximo y fijar una meta de 15 por ciento, mientras que en 2019 ya no se buscará alcanzar un rango de entre 3,5 y 6,5 de inflación sino cumplir un tope de 10 por ciento, postergando para 2020 el ideal de 5 por ciento promedio. “Tomamos la decisión de hacerlo porque en el punto de partida no teníamos la información que tenemos hoy”, aseguró Dujovne, quien comunicó la novedad en una conferencia de prensa ofrecida junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Finanzas, Luis Caputo; y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. Pese al reconocimiento explícito del fracaso oficial en la lucha contra la inflación, Peña aseguró que “en 2017 se han cumplido los objetivos en materia económica” y, ante las versiones sobre crecientes internas en el equipo económico, buscó dejar un mensaje de unidad. “Queremos transmitirle a los argentinos la tranquilidad de tener un equipo de excelentes profesionales y excelentes personas”, aseguró.
El Banco Central ratificó el 26 de septiembre del año pasado el Régimen de Metas de Inflación, un diseño institucional que subordina los objetivos de crecimiento, empleo y equidad social al combate de los aumentos de precios, y que había sido anunciado por Alfonso Prat Gay en enero de 2016. “El Banco Central asume el compromiso de afrontar el objetivo para que la tasa de inflación del año próximo sea de entre el 12 y el 17 por ciento”, aseguró el titular del organismo al inicio de una conferencia de prensa que ofreció aquella tarde. Sturzenegger afirmó, asimismo, que “la principal función del Central es que se cumpla esa meta de inflación” cuya implementación calificó como “sencilla, de no mucha complejidad”. Desde entonces, el titular del Central ratificó la meta fijada en numerosas oportunidades.
“La meta inflacionaria sigue siendo de entre el 12 y 17 por ciento”, sostuvo Sturzenegger el 17 de mayo de este año cuando la mayoría de los analistas ya daba por descartado que pudiera alcanzarse el objetivo. “No vamos a cambiar la meta, porque cambiar una meta es no tener meta”, agregó ese día. Finalmente, este año arrojará una inflación cercana al 25 por ciento, lo que forzó al gobierno a revisar sus objetivos previstos para los próximos dos años.
Dujovne insistió hoy por la mañana en que el cambio de meta no es un cambio de política y al justificar la modificación se limitó a decir que es porque ahora “contamos con más información”. A su vez, aseguró que “el proceso de desinflación es realmente muy sólido”, afirmación que no se corresponde con el recálculo que se vio forzado a realizar el gobierno. “Cambiar las metas no implica aceptar que haya más inflación”, agregó el jefe de Gabinete Marcos Peña. Cuando le preguntaron a Sturzenegger por qué finalmente habían cambiado se limitó a decir que las metas las fija el Gobierno y que el Banco Central se limita a tratar de cumplirlas. “Este es un sendero alternativo”, aseguró con respecto a la nueva pauta prevista.
El equipo económico también dedicó parte de la conferencia de prensa a remarcar que este año se cumplirá la meta de reducción del déficit fiscal, al promediar un 4,1 por ciento del PIB, y se logrará una reducción del gasto público.