Elsa Poblete entró a la sala de conferencias de la casa de Abuelas de Plaza de Mayo, agarró las fotos en blanco y negro de su hermano Carlos y de su cuñada María del Carmen y las alzó mostrándolas a las cámaras. Ambos están desaparecidos desde hace 40 años, pero la sonrisa de Elsa no merecía ser disimulada. Estaba allí, ayer, con las imágenes de sus seres queridos, para celebrar la aparición de la hija de ambos, de su sobrina, de la “nieta 127”. “Hace 40 años que la buscamos y ahora que sabemos que está viva y bien podemos seguir esperándola todo el tiempo que ella necesite”, explicó durante la conferencia de prensa en la que la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, contó los detalles del caso y celebró: “Cerramos el año con otra noticia feliz”.
Abuelas de Plaza de Mayo había informado el miércoles el hallazgo de una nueva nieta, la 127 de los alrededor de 400 bebés apropiados por el terrorismo de Estado que buscan desde la fundación del organismo, hace 40 años. La familia biológica de la joven se enteró de la buena noticia el viernes pasado, a través de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. “Estuvimos 40 años esperando esa llamada”, agradeció Adriana Moyano, tía materna de la “nueva nieta”.
El hallazgo
“Hace pocos días pudimos anunciar la restitución de la nieta 126, que está con nosotros ahora, hoy cerramos el año, en nuestro 40 aniversario, con otra noticia feliz: el encuentro de la nieta 127 a quien podremos conocer pronto para abrazarla y acercarle su historia”, anunció feliz Carlotto, a cargo de la lectura de los datos relacionados con el nuevo hallazgo durante la conferencia de prensa. La nueva restitución de la identidad a esta joven sucede a semanas de la que tuvo como protagonista a Adriana, quien a principios de mes supo que era hija de Violeta Ortolani y Edgardo Garnier, militantes secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura. Adriana participó de la conferencia de prensa en la que celebró el nuevo hallazgo, junto a Juan Cabandié, Victoria Montenegro, Catalina de Sanctis Ovando y Horacio Pietragalla, entre otros nietos y nietas.
Las buenas nuevas del mes se vieron empañadas por el regreso del genocida Miguel Etchecolatz a su casa de Mar del Plata, habilitado el miércoles por la justicia federal porteña. “Una de cal y una de arena”, opinó Carlotto sobre el beneficio finalmente otorgado. Las otras Abuelas que compartieron la conferencia asintieron a su lado: Alba Lanzilotto, Delia Giovanolla, Rosa Roisinblit, Buscarita Roa. “Él sabe donde están los nietos, sabe donde están sus padres. Es inesperado el beneficio e impensado que este personaje siniestro esté en la calle, trataremos de impedirlo”, añadió la presidenta el organismo quien advirtió, no obstante, que ayer era un “día de celebración”.
Al su lado, Adriana y Elsa, las tías materna y paterna de la nueva nieta, la oyeron con atención y la emoción a flor de piel. Adriana lloró. Elsa no paró de sonreir. Ambas llegaron ayer a Buenos Aires desde Mendoza y San Juan, donde nacieron, respectivamente, María del Carmen y Carlos, los padres de la chica que nació en la Escuela de Mecánica de la Armada entre la última semana de mayo y la primera de junio de 1977. A ese centro clandestino había sido trasladada para parir María del Carmen, “Pichona” o “Gorda”, como la conocía su familia, desde La Perla, el centro clandestino cordobés adonde fue destinada junto a su compañero cuando fueron secuestrados, entre abril y mayo de 1977. La pareja fue sorprendida mientras viajaba a Buenos Aires desde San Juan, donde vivieron y militaron algunos meses y desde donde decidieron escapar con el terrorismo de Estado respirándoles en la nuca.
María del Carmen parió en la Esma asistida por el obstetra represor Jorge Magnacco, condenado por delitos de lesa humanidad y beneficiado hace pocas semanas con la excarcelación. Según el testimonio de sobrevivientes de ese centro clandestino, estuvo con su beba una semana antes de que se la quitaran. Pocos días después, la “trasladaron”. Nunca más se supo de ella.
La joven que recuperó su identidad en los últimos días fue apropiada por un matrimonio que vive en Mendoza y está “vinculado al terrorismo de Estado”, informaron desde Abuelas. Según señalaron desde el Ministerio Público fiscal, la nieta fue inscripta como nacida en julio de 1977 en la provincia de Mendoza y su partida de nacimiento no fue firmada por ningún profesional de la salud. “Se siguió el procedimiento de inscripción por testigos”, menciona el comunicado de la fiscalía, que, por tal motivo, solicitó que se impute a los apropiadores y a uno de los testigos por la sustracción, retención y ocultamiento de la joven; la alteración de su estado civil cuando tenía menos de 10 años y la falsedad ideológica de documentos públicos destinados a acreditar la identidad.
En la conferencia de prensa, Pablo Parenti, fiscal a cargo de la Unidad Especializada en casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, aclaró que preservarían el nombre y los demás datos personales de la flamante nieta hallada para protegerla y “respetar los tiempos” que ella decida darle a conocer la verdad sobre su historia.
“Estamos alegres y esperanzados. La hemos buscado sin pausa y la hemos encontrado finalmente”, expresó Poblete quien aprovechó la exposición para aclararle a su sobrina que “se quede tranquila que le vamos a dar todo el tiempo del mundo hasta que se sienta preparada para recibir todo el amor que tenemos, el amor que hemos acumulado durante 40 años”. Moyano se sobrepuso a las lágrimas y le dio paso a la celebración. “Cuando nos confirmaron que estaba viva y que estaba bien, eso ya nos alegró. Que ella sepa que aquí estamos para cuando guste conocernos”, completó.
El caso
Desde el secuestro de Carlos y María del Carmen, las familias Moyano y Poblete inciaron la búsqueda de su bebé. Sabían que María del Carmen estaba embarazada y que al momento de su secuestro cursaba la última etapa de gestación. El caso de la apropiación, no obstante, llegó a la justicia por otra vía. En 2012, Hijos y el colectivo de Hermanos –que al igual que Abuelas buscan bebés apropiados– realizaron una presentación ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado en Mendoza en la que se denunciaron cinco posibles casos de personas que podrían resultar hijos o hijas de personas desaparecidas durante la última dictadura militar. La hija de Moyano y Poblete figuraba entre ellos. El Juzgado Federal número 1 de esa provincia habilitó la obtención de una muestra genética de la joven hace un año, acto que recién pudo llevarse a cabo en octubre pasado. Tras su comparación con el material que resguarda el Banco Nacional de Datos Genéticos, el pasado 19 de diciembre el resultado fue coincidente con la familia de María del Carmen y Carlos.
El secuestro de la pareja integró el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en La Perla. El nacimiento de su beba, la nómina de casos por el que Jorge Rafael Videla y otro puñado de genocidas –entre ellos, Magnacco– recibieron condenas de hasta 50 años de cárcel en el marco del juicio por el plan sistemático de robo de bebés que culminó en 2012. “Sigamos con la memoria, la verdad y la Justicia, ahora y siempre”, deseó Adriana, a la espera de que su sobrina le reciba el cariño acumulado. Carlotto le regaló una sonrisa. “Ojalá que sea pronto”, le deseó a las tías. “Feliz año y hasta el próximo nieto”, dedicó a todos.