El relajamiento de las metas de inflación y el compromiso con la reducción del déficit fiscal anunciado ayer en la Casa Rosada no solo no lograrán controlar los precios sino que acelerarán los aumentos durante 2018. Consultadas por PáginaI12 las economistas Mercedes Marcó del Pont de FIDE, Mara Ruiz Malec de la Fundación Germán Abdala, Mariana González de Cifra y Florencia Medici de la Universidad Nacional de Moreno advierten que la escalada en el tipo de cambio y el ajuste en los subsidios necesarios para acercarse a las metas fiscales se trasladarán a los precios volviendo improbable el cumplimiento del nuevo objetivo del 15 por ciento.
“Sin paz cambiaria en 2018 la inflación seguirá subiendo porque las fuentes de inflación de los últimos dos años se van a repetir: los movimientos en el tipo de cambio y las tarifas con un poco de puja distributiva. El manejo de la tasa de interés no puede resolver este entuerto. En economías subdesarrolladas como la Argentina está más que demostrado que las fuentes de la inflación no están vinculadas a la demanda como sostienen los regímenes de metas de inflación sino a los shocks del lado de la oferta. Afirmar que los argentinos tienen que olvidarse del dólar es irresponsable, es desconocer lo que implica en la formación de precios”, lanzó la titular de FIDE y ex banquera central, Marcó del Pont, al advertir sobre la creciente vulnerabilidad externa de la economía argentina.
“Relajaron la meta de inflación pero siguen en un escenario poco realista. Este año termina con aumentos del 25 por ciento, ¿qué pueden hacer distinto durante 2018 para lograr controlar los precios?”, consideró Ruiz Malec del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala. “El salto del tipo de cambio influye de manera directa sobre los combustibles pero también afectará de forma indirecta ya que muchos formadores de precios utilizan el valor del dólar como señal para determinar precios más allá del componente importado que tengan”, apuntó la economista. Pero el impacto sobre los precios no estará limitado al canal cambiario: “Subestiman la inflación y sobreestiman la capacidad del Banco Central para controlar la inflación solo con la tasa de interés. No alcanza con las tasas y mucho menos si dejás ir al tipo de cambio. Pero además apuestan a cumplir metas fiscales que también van a golpear sobre los precios ya que van a sacar, por ejemplo, subsidios al transporte. Eso no solo impacta sobre el IPC sino que afecta las paritarias”, explicó la economista del ITE.
“Relajar las metas hace saltar el dólar. Si dejan flotar el tipo de cambio sin intervención y siguen subiendo las tarifas difícilmente se cumplan con el objetivo que se imponen. Van a intentar disciplinar los precios por otra vía. La reforma laboral y el techo para las paritarias son las herramientas a las que apelará el Gobierno. Con ese camino el crecimiento no es una prioridad y sin dudas será afectado”, indicó Medici al referirse a las implicancias distributivas de las medidas anunciadas ayer.
“El anuncio puso de manifiesto que la meta de inflación era inconsistente. Las metas bajas que no se cumplieron se utilizaron a lo largo de los últimos dos años como mecanismo para ponerle un techo a las negociaciones salariales. Los anuncios oficiales para los aumentos salariales pretendidos por el gobierno iban en línea con la meta modificada ayer. Sabiendo que los primeros meses del año vienen aumentos esta meta no iba a poder sostenerse”, consideró González. “A unos primeros meses que venían recalentados por aumentos de tarifas se le suma el impacto de la devaluación resultante del anuncio que en ambos casos redundará en una caída sobre el poder adquisitivo”, apuntó la investigadora del Cifra. Por su parte, Ruiz Malec agregó que “es inconsistente intentar cumplir metas de inflación y fiscales tan exigentes cuando se bajan impuestos que tienen impactos regresivos”. La economista indicó que “frente a un menor margen para quitar subsidios lo que entra en tensión es el gasto de la seguridad social que es el gran objetivo del Gobierno. Por eso, incluso si se cumplen las metas el resultado afectará a los trabajadores y jubilados”.
“El salto en el tipo de cambio se da en un contexto de pésimas noticias para el sector externo como son la fuga y la cuenta corriente. El problema de la inflación en Argentina no viene por el manejo de la tasa de interés. Por eso el margen para moverse que tiene el Banco Central es muy bajo ya que el capital especulativo sobrereacciona frente a las expectativas de una baja en las tasas”, señaló la presidenta de FIDE. A pesar de la aceleración en el ritmo de la devaluación de las últimas semanas y la sobrereacción a los anuncios de ayer, Marcó del Pont advierte que “el tipo de cambio promedio es 6 por ciento inferior al proyectado por las autoridades”. Desde su perspectiva no se puede descartar que el tipo de cambio muestre una baja ya que “el negocio financiero que incentiva el ingreso de dólares sigue siendo muy rentable”.