En medio de las correcciones que anunció ayer el equipo económico, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, ratificó uno de los ejes centrales de la política oficial: continuará el alto nivel de endeudamiento en los próximos cuatro años. Pero se encargó de aclarar que el país todavía resiste mayor carga de compromisos. “Hoy el endeudamiento si bien es transitorio es perfectamente sostenible. Tenemos un nivel de deuda sobre producto de 28,5 puntos, esto es muy bajo con respecto a los países emergentes, a los desarrollados y a los países de nuestra región”, destacó el funcionario en la conferencia de prensa que comandó el jefe de Gabinete, Marcos Peña. En ese encuentro se responsabilizó al gobierno anterior de los desajustes de la actual política económica, pero Caputo no dijo nada de que el bajo endeudamiento es herencia de la administración kirchnerista, la cual este gobierno esta dilapidando de manera acelerada.
En términos concretos, Caputo detalló que las necesidades de financiamiento extra –sin contar la refinanciación de vencimientos– será de 30.000 millones de dólares en 2018, un 5 por ciento del PIB, que irán principalmente a cubrir el déficit primario (20.500 millones) y 13.400 millones por el pago de intereses.
Sobre la premisa de que el Gobierno alcanzará el equilibrio fiscal recién en cuatro años, aseguró que el endeudamiento con el sector privado y organismos internacionales crecerá entre 2018 y 2020 “del 28,5 por ciento a niveles cercanos a 37 por ciento, y se estabilizará entre el 2020 y el 2021, para comenzar a descender a partir de este último año”. “Vamos a tener que financiar aproximadamente 30 mil millones de dólares en 2018 y para el 2019 será en torno a los 26 mil millones de dólares”, aseguró el titular de Finanzas, para quien el nivel de deuda no es un problema pero prometió reducir esta dependencia externa.
Al igual que había hecho su par de Hacienda, Nicolás Dujovne, durante su exposición en el Senado para tratar el proyecto de Presupuesto, Caputo consideró ayer que hay que aprovechar las actuales bajas tasas de interés en el mundo. “Hoy nos estamos financiando a las tasas más bajas de nuestra historia. Pero se tratará de ir aumentando el financiamiento del mercado interno y en moneda local”, aseguró. Según detalló, los fondos obtenidos del mercado tendrán como destino mayor asistencia social y sobre todo a obras de infraestructura. “Es un objetivo primordial de este gobierno reinvertir en obras que le van a mejorar la calidad de vida a todos los argentinos”, enfatizó. Hasta el momento, el grueso de la deuda contraída fue a gastos corrientes y a cubrir el creciente déficit fiscal y externo del Gobierno.
El programa financiero contempla además otros 10.800 millones de dólares de transferencias del Banco Central, pero no fueron incluidas las amortizaciones de deuda a pagar el año próximo, lo que implica que esos compromisos buscarán ser refinanciados en su totalidad. Si se incluyen las amortizaciones, las necesidades de financiamiento se incrementan en aproximadamente 4000 millones adicionales a los 30.000 millones que anunció Caputo. Según dijo el ministro, el programa financiero de este año se cumplió de acuerdo a lo anunciado al inicio del ejercicio, pero el Gobierno tomó deuda por 55.300 millones de dólares, 6500 millones por encima de lo que había sido previsto originalmente.