Los españoles dieron vuelta una hoja de su historia hoy con la muerte de Carmen Franco y Polo, en Madrid. La única hija de Francisco Franco tenía 91 años y era la memoria viva del único régimen fascista que triunfó a través de las armas. A su velatorio concurrieron figuras como Antonio Tejero, el coronel que se alzó contra la democracia al secuestrar el Congreso en 1981, e Isabel Preysler, la actual pareja de Mario Vargas Llosa.

Había nacido en Oviedo en 1926, tres años después del casamiento de su padre con Carmen Polo. Tenía diez años cuando su padre desencadenó la guerra civil que desangró España durante casi tres años hasta el triunfo de los militares alzados contra la II República, el 1º de abril de 1939. De esa época data un mensaje de Franco a los españoles junto a su esposa y su hija.

En 1950, mientras España salía del aislamiento, se casó con el cardiólogo Caristóbal Martínez-Bordiú, a quien Franco dio el título de Marqués de Villaverde. Tuvieron siete hijos. El primero fue Carmen, quien años más tarde se casó con Jaime de Borbón, primo de Juan Carlos, el ya designado heredero al trono por el dedo de Franco. Aquel casamiento, en 1972, dio pie a un posible plan para desviar los planes originales del dictador y generar una eventual dinastía Franco-Borbón.

El nacimiento del primer nieto varón provocó una situación risueña. El pequeño Francisco, a diferencia de su otros hermanos varones, no fue bautizado como Martínez-Bordiú y Franco, sino como Franco y Martínez-Bordiú: una argucia del Caudillo en pos de perpetuar su apellido. La medida generó que la revista La Codorniz, una publicación satírica que se las ingeniaba para evitar la censura, publicara su número posterior a la noticia como Codorniz La.

En los años siguientes, su marido, el yerno del dictador, hizo historia al convertirse en el primer médico en hacer un transplante exitoso de corazón en España. Fue en el sanatorio madrileño de La Paz. Los chistes decían que Martínez-Bordiú “mató más gente en La Paz que Franco en la guerra”.

EFE
Antonio Tejero, el militar golpista de 1981, llega a despedir a Carmen Franco y Polo.

La muerte de Franco, en 1975, abrió paso a la Transición. Los Franco siguieron viviendo sin problemas, evitando incluso los intentos por derribar el Valle de los Caídos, el mausoleo construido tras la victoria en la guerra civil, y donde descansan los restos del dictador. Carmen Franco y Polo mantuvo su título de marquesa consorte de Villaverde tras la muerte de su esposo, en 1998, y el título ahora será de Francisco Franco y Martínez-Bordiú.

La familia de Franco supo usufructuar el erario público gracias a la dictadura, al tiempo que siempre defendió al alzamiento de 1936 y los cuarenta años de dictadura. El caso más notorio es el del Pazo de Meirás, en Galicia. Se trata de una residencia señorial que Franco recibió durante la guerra y que usó siempre como residencia de verano. Su descendencia nunca la devolvió al estado español y en los últimos años arreciaron las denuncias para que se le quite la propiedad a los Franco. La muerte de la hija del Caudillo podría reactivar los reclamos.