Volvieron los clásicos del verano. No los futboleros sino el de la queja constante por el calor que retorna con el bochorno de diciembre, y el de los consabidos cortes de luz (ver aparte). Sin embargo, la queja por el calor parece justificada. Ayer,el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el 2017 se convirtió en el año más cálido de la historia en la Argentina, con una temperatura promedio que se ubicó 0,66 grado centígrados por encima de la media normal, estimada en 16 grados. La ciudad de Buenos Aires –dependiendo de lo que suceda hoy y mañana– también batirá el record de calor, registrando una temperatura media anual de 18,7 o 18,8. Este panorama climático quedó enmarcado en el anuncio de la Organización Mundial Meteorológica (OMM), que sostuvo en noviembre que es probable que este año las temperaturas globales de la tierra y los océanos terminen figurando entre los tres años más cálidos jamás registrados y que 2017 sea el año más cálido sin estar asociado a un fenómeno de calentamiento de la corriente del Niño.
El informe del SMN sostiene que las marcas alcanzadas “evidencian que en los últimos años nuestro país viene experimentando un aumento de temperaturas en casi todas las regiones y que la tendencia está en sintonía con la información de la Organización Meteorológica Mundial, que destaca que a nivel global se baten records de temperaturas cada vez más elevadas”.
“El 2017 es el más caluroso desde que se tienen registros y en el caso de la Ciudad se destrona al año 2015, cuando se registró una temperatura media anual de 18,6 grados centígrados”, señaló el SMN.
El meteorólogo Ignacio López Amorín explicó que “nunca se alcanzaron estas temperaturas promedio. El año record había sido 2012, cuando había hecho 0,63 grados centígrados más que la temperatura media para todo el país”.
El experto trazó un panorama de lo que ocurrió con el clima durante el año
y explicó que a nivel nacional enero y febrero de 2017 fueron “muy cálidos”, en tanto que los meses de marzo y abril “fueron normales” en relación con la media.
“Después comenzó un período donde se observó claramente que el invierno 2017 fue mucho más cálido de lo normal y casi se podría hablar de ausencia de ingresos de masas de aire frío, que normalmente en Argentina se registran cuatro o cinco veces al año”, explicó el meteorólogo.
“Solamente –agregó– durante el mes de julio hubo una ola de aire polar intensa” que en el caso de la zona cordillerana produjo fuertes nevadas y temperaturas que llegaron a 25,4 grados bajo cero en la ciudad de Bariloche.
En este sentido, López Amorín remarcó que “el calentamiento global lo que hace es elevar la temperatura media del planeta, pero también aumentar los fenómenos extremos, como en el caso de la baja temperatura que registró Bariloche”.
Según el especialista, la primavera tuvo un comportamiento “caprichoso” y octubre y noviembre “fueron meses con una atmósfera con mucho movimiento, donde pasaron muchos frente fríos que dejaron temperaturas más bajas para la media de ese período”.
En síntesis: el verano y el invierno fueron los más calientes, mientras que la primavera y el otoño “fueron los más normales o los más fríos inclusive”, de acuerdo con el experto.
La ciudad de Buenos Aires también experimentó una temperatura record con una media anual de 18,7 o 18,8 grados centígrados, y dependiendo de lo que suceda en estos dos últimos días se convertirá en el año más caluroso desde 1906.
López Amorín describió un efecto al que denominó “isla urbana de calor” y que se produce en las grandes ciudades debido a la falta de espacios verdes, la gran cantidad de población, de edificios y de tránsito.
Y señaló que el invierno de este año en la ciudad “fue el más cálido de la historia y el segundo más cálido a nivel nacional, con una temperatura media de 13,6 grados centígrados”. La temperatura mínima promedio en todo el país también observó un record de 10,1 grados centígrados y fue la primera vez en la historia en que esa marca se ubica por encima de los 10 grados.
Por otra parte, el SMN anunció que la ola de calor que afecta al norte y centro del país se extenderá al menos hasta el jueves próximo, con temperaturas que oscilarán entre los 30 y los 35 grados, mientras que mañana se producirá el pico, cuando las marcas térmicas alcancen los 40 grados.
En tanto, el alerta naranja, que establece una categoría de riesgo moderado a alto para los niños menores de cinco años, embarazadas, adultos mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas, fue extendido a la ciudad de Rosario y al centro de la provincia de Buenos Aires. Hasta ayer, las temperaturas mas elevadas, superiores a los 40 grados, se registraron en el este de Río Negro y de La Pampa y en el sur de San Juan. En la ciudad de Buenos Aires la temperatura superó los 37 grados pasado el mediodía y se espera que hoy llegue a los 38.