A un año de la desaparición de Stella Maris Sequeira, la versión del secuestro extorsivo instalada por su marido, el abogado penalista Rubén Carrazzone, se disolvió para dar paso a la sospecha de que la mujer fue asesinada. La figura del femicidio da vueltas alrededor del caso. Aunque no existe hasta el momento argumentación oficial que lo implique, Carrazzone es considerado por la justicia como sospechoso, y por ese motivo es que tiene vedado el acceso a la causa. Por el momento, la investigación se encuentra en la justicia federal porque la causa se inició como secuestro extorsivo, delito que corresponde a ese fuero. Al mismo tiempo, la carátula de homicidio o femicidio (homicidio con el agravante de género), que corresponde al fuero ordinario, se mantiene por el momento en la justicia federal y transforma la causa, en caso de mantenerse el femicidio, en el primer femicidio de índole federal.
El 29 de diciembre de 2016, Stella Maris Sequeira desapareció de la vista de todos. Tres días después, su marido, Rubén Carrazzone, denunció la desaparición de su esposa. Carrazzone mencionó que lo habían llamado para extorsionarlo, lo que llevó la causa inicialmente a la de secuestro y la estableció dentro de la jurisdicción de la justicia federal.
El único detenido por el caso, Miguel Angel Franco, hace unos veinte días fue sobreseído. Franco había sido cliente de Carrazzone y luego fue tomado como secretario. Estaba acusado de haber sido quien realizó dos llamados al esposo de Sequeira, el primero para pedir 80 mil dólares de rescate por la mujer y el segundo para amenazarlo porque había llamado a la policía para denunciar lo sucedido. Con el avance de las investigaciones, los responsables de la instrucción comenzaron a dudar de que la mujer haya sido víctima de ese delito y volvieron a interrogar al acusado.
Ya desde febrero, cuando habían pasado menos de dos meses, se tenía la sospecha de que los llamados formaban parte de la construcción de un relato que llevara la causa hacia la investigación del secuestro extorsivo.
“Es muy distinto cómo se investiga un secuestro extorsivo y un homicidio o un femicidio. En el primero, los investigadores buscan a la víctima viva. En el segundo, no –explicó a PáginaI12 Raquel Hermida Leyenda, abogada de la hija de la víctima, y querellante–. A él le conviene que se busque a la víctima viva”.
La abogada aseguró que aportaron diez testigos más a la investigación. En los nuevos testimonios se confirma que “había violencia de género el mes anterior (noviembre de 2016), que ella decía que se había golpeado contra los árboles pero no presentaba las marcas de raspones, sino que aparecían como golpes”. También presentaron informes hospitalarios en los que la mujer había sido atendida.
Carrazzone insiste a quien quiera oírlo sobre su inocencia. Todos los movimientos de la justicia insisten, en cambio, en sentido contrario. No hay, por el momento, pruebas que lo incriminen en forma directa. Pero los pasos que va dando la justicia podrían tomarse como indicios. Para empezar, la Cámara de Casación Nacional le negó la posibilidad de ser querellante, al señalar a Carrazzone como principal sospechoso en un presunto femicidio. Se dio intervención a la UFEM, la Fiscalía de investigaciones de Femicidios, ya que tiene injerencia en el tema, lo que confirma que la justicia federal apunta al femicidio.
“La Corte Suprema analiza la competencia ordinaria o Federal –agregó Hermida Leyenda–. La Procuración General ya se expidió y dijo que debe quedarse en el fuero Federal. De ser así estaríamos ante el primer femicidio en sede Federal y abriría la puerta para modificar la legislación en materia de Femicidios.
La investigación fue delegada por el juez federal de Lomas de Zamora, Alberto Santamarina en la Fiscalía, a la fiscalía de Leonel Gómez Barbella.
Según Hermida Leyenda, a “Stella la matan porque sabía de graves delitos e iba a denunciarlos. Su femicidio se decidió el 15 de Diciembre de 2016”, aseguró la letrada.