El Gobierno autorizó un nuevo aumento para las prepagas de 4 por ciento a partir del 1 de febrero. El ajuste se aplicará sobre el alza de 31,3 por ciento de este año, suba que llega al 96 por ciento que Mauricio Macri asumió la presidencia. Las prepagas argumentan que el incremento de febrero es para cubrir la activación de la cláusula gatillo de la paritaria de Sanidad. La disparada del precio de la cuota está llevando a muchos usuarios a bajar el nivel de su plan o volver a las obras sociales, según admiten las empresas. Las asociaciones de consumidores advierten sobre deficiencias en las prestaciones que ubican a las prepagas entre los sectores con más reclamos. El nuevo aumento de las prepagas, junto a la suba del transporte público en enero, agrega presión inflacionaria a los primeros meses del 2018.
Con el último aumento de 6 por ciento todavía en caliente aplicado desde diciembre por las prepagas, la Superintendencia de Servicios de Salud aprobó a través de la resolución 2479 una nueva suba de 4 por ciento a concretarse desde febrero. Como los incrementos se deben informar con al menos 30 días de anticipación, se espera que en los próximos días las empresas envíen las comunicaciones a los cerca de 5 millones de usuarios.
El año pasado, el Gobierno autorizó cuatro aumentos: en marzo (9 por ciento), junio (15), julio (5) y octubre (9), lo que arrojó un alza acumulada de 43,5 por ciento. En febrero de este año, el Gobierno aprobó una nueva suba del 6 por ciento, que prosiguió con otro 6 en julio, 5 en agosto, otro 5 por ciento adicional en septiembre, un alza del 6 por ciento en diciembre y ahora el 4 por ciento de febrero. La suba de 2017 junto al alza que regirá en febrero acumula un 36,6 por ciento. Desde que asumió Cambiemos la suba de la cuota de las prepagas asciende al 96 por ciento.
El incremento de las prepagas está por encima de la inflación del período, del 69 por ciento según el Indec. También supera holgadamente el aumento del 66 por ciento previsto en estos dos años acordado en las paritarias del gremio de Sanidad y le toma todavía más ventaja al pago que las prepagas realizan a los prestadores médicos. La diferencia se estira en la comparación con la suba promedio del salario en el sector privado registrado, del 62 por ciento según el organismo nacional de estadísticas. Una buena parte de los usuarios del sistema de salud privada derivan aportes en forma individual. La brecha entre la suba salarial y el incremento de las cuotas implica una suba de la diferencia que el trabajador debe aportar para cubrir los pagos vinculados a la salud.
En paralelo al aumento de la medicina prepaga está el avance en los precios de los medicamentos. La Universidad de Avellaneda realizó recientemente un relevamiento sobre la evolución de los precios de 123 medicamentos, con distintas marcas, funciones y orígenes de producción. La suba promedio desde el inicio del gobierno de Cambiemos es del 102 por ciento, con picos de remarcaciones de hasta 340 por ciento.
Néstor Gallardo, presidente de la Asociación de Entidades de Medicina Privada (Ademp) indicó a este diario que “con la inflación actual es muy probable que se active cláusula gatillo del convenio paritario, que establece que la suba salarial debe estar dos puntos por encima de la inflación, y el acuerdo este año fue originalmente del 22 por ciento. Esto nos golpea en los costos. También están los problemas de siempre, como las coberturas nuevas, los aumentos de los medicamentos, de descartables y de las prótesis. La suba de salarios por encima de la inflación tiene que ver con los valores muy bajos de los que parten los trabajadores”. El directivo describió que con los aumentos de las cuotas se verificó que usuarios redujeron sus planes prepagos o volvieron a las obras sociales sindicales.
Claudio Boada, de la entidad Unión de Usuarios y Consumidores, advirtió que “si se deja a un lado a los servicios públicos en momentos álgidos como el actual, las prepagas lideran el ranking de denuncias de los consumidores. Los reclamos se asocian a los aumentos por edad, incumplimiento del Plan Médico Obligatorio, cobro de copagos y dificultades para conseguir el descuento especial por enfermedades crónicas”.