Milagro Sala cumplirá dos años detenida el próximo 16 de enero y mañana recibirá año nuevo por segunda vez consecutiva en situación de detención. A pesar de todo, es optimista por los apoyos recibidos. “Si las Madres y las Abuelas no bajaron los brazos, menos nosotros”.
A diferencia del año pasado, Milagro estará reunida con sus familiares ya que se encuentra bajo arresto domiciliario, un beneficio que pide para otras compañeras de la Tupac Amaru que están en el penal jujeño de Alto Comedero. La dirigenta valoró la campaña en pos de su libertad y bregó “apara que mis compañeras salgan, igual que Boudou, Zannini y los otros presos políticos”. Con cierta amargura, agregó: “Es feo decirlo, pero fui la primera”.
“Es vergonzoso lo que está pasando con la democracia”, aseguró en diálogo con la AM 750 sobre la situación que se vive, “con reforma previsional, represión, persecución política causas que arman, es vergonzoso”. Contó que mañana estará con su familia, incluyendo un hermano “que tuvo que pedir autorización al juez”.
En la casa del barrio El Cármen, Sala no tiene mayores diferencias respecto de cómo estaba en Alto Comedero. “Me trasladaron de una cárcel a otra”, aseguró sobre un régimen en el que tiene visitas los martes, jueves y sábado, y en el que no le permiten ver a la familia de su esposo. Sala agregó que “una se fortalece cuando ve que hay otros que están peor y que hay compañeros que se quedaron sin trabajo” y que espera que “esta persecución política se acabe de una vez por todas”.
De cara al brindis del 31, dio a conocer sus deseos: “Voy a brindar por que caiga la reforma previsional, por que los trabajadores recuperen sus puestos de trabajo, que haya más educación y salud, que haya una democracia verdadera y por un país más libre, justo y soberano". También pidió “que liberen a todos los presos políticos” y que “se termine la persecución, que los periodistas que perdieron el trabajo por decir lo que piensan”.