México fue el país más violento para la prensa en el mundo en 2017 con 13 asesinatos, por delante de Afganistán, Irak y Siria, según un informe publicado ayer en Bruselas por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que calificó la situación de aterradora.
“En Siria, México e India los asesinatos de periodistas presentan niveles aterradores, más mujeres periodistas han sido asesinadas, la impunidad de estos crímenes supera el 90 por ciento, la autocensura campa a sus anchas y nunca se han registrado tantos periodistas encarcelados como en los últimos años”, dijo el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger. Mientras que a nivel mundial el número de 81 asesinatos fue el más bajo en una década, “vemos cómo los patrones no han cambiado en los países más violentos como India o México, este último un país en el que estos asesinatos se han disparado”, dijo el presidente de la FIP, Philippe Leruth, en Bruselas. Los países con más muertes fueron México con trece, Afganistán con once, Irak con once, Siria con once, India con seis, Filipinas con cuatro, Paquistán con cuatro, Nigeria con tres, Somalia con tres y Honduras con tres.
De acuerdo con la organización internacional de periodistas, fundada en 1926, “los medios continúan sumergidos en una extrema violencia por parte de insurgentes en Afganistán y de los implacables grupos del crimen organizado en México”.
Entre los periodistas mexicanos asesinados este año figuran Javier Valdez, un especialista en temas de narcotráfico oriundo del estado de Sinaloa, en el noroeste del país, y Miroslava Breach, que había denunciado vínculos entre políticos y grupos del crimen organizado en Chihuahua, en el norte del territorio.
La FIP afirmó que existe también una creciente preocupación por “los ataques de periodistas motivados por el populismo violento en India, la mayor democracia del mundo”, entre ellos el homicidio de la periodista Gauri Lankesh. A su vez México termina 2017 como el año más violento de las últimas dos décadas con reproches entre los aspirantes presidenciales sobre la responsabilidad de los gobiernos federal y estaduales en los altos niveles de criminalidad, que sumaron más de 23.000 homicidios en los primeros 11 meses, entre ellos nueve alcaldes. Un informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que los 26.573 homicidios de 2017 superan los de las últimas dos décadas, cuyo peor año había sido 2011, con 22.409 casos. Además, el asesinato de tres políticos esta semana en los estados de Jalisco y Guerrero marcó de nuevo la trascendencia del mal endémico de la violencia que sufre el país: Arturo Gómez Pérez, ex alcalde de Petatlán, Guerrero; el diputado Saúl Galindo Plazola, y el defensor de derechos humanos Salvador Magaña Martínez, ocurridos en Jalisco. Con estas estadísticas, “México se sitúa apenas por debajo de Siria”, un país que tiene un conflicto armado interno con intervención de otras naciones y de grupos terroristas”, criticó el aspirante presidencial del izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) , Andrés Manuel López Obrador, que atribuye la violencia a la corrupción del gobierno federal.