El discurso del día de Año Nuevo de Kim Jong-un, el líder norcoreano, contiene un dramático cambio en el tono y la política con respecto al Sur, señala un artículo publicado ayer en el diario The New York Times. Después de ignorar a Corea del Sur durante años, Kim pidió un diálogo urgente para discutir la mejora de los lazos y la relajación de las tensiones militares en la dividida Península de Corea. Kim también aceptó una solicitud del presidente Moon Jae-in de Corea del Sur para enviar una delegación de Corea del Norte a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en el sur el mes próximo, un pasó inédito en la relación entre las dos Coreas. Moon ha pedido reiteradamente el diálogo con el norte, con la esperanza de que las conversaciones alivien las tensiones bilaterales. Horas después del discurso de Kim, la oficina de Moon dio la bienvenida a la propuesta del Norte. “Ya hemos expresado nuestra voluntad de entablar un diálogo con Corea del Norte en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier formato”, dice el comunicado.