El ajuste para el área de Ciencia y Técnica parece no tener fin. En el Conicet los ingresos de investigadores bajaron sistemáticamente desde que el macrismo asumió la presidencia de la nación. La semana pasada se publicó la lista en la que se anunció que 600 serán los científicos que se integrarán a la carrera de investigación del Estado, muy por debajo de los mil que estipulaba el Plan Argentina Innovadora iniciado durante el gobierno anterior. “Nos hubiese gustado que el ministro de Ciencia (Lino Barañao) y el presidente del Conicet (Claudio Cecatto) se hubiesen acercado al Congreso para intentar mejorar el presupuesto para el área”, señaló a PáginaI12 el diputado de Unidad Ciudadana y ex presidente del Conicet, Roberto Salvarezza.
“Es muy clara la estrategia de disminuir el financiamiento de los organismos de Ciencia y Técnica”, aseguró Salvarezza apuntando a la ley de Presupuesto 2018 que fue recientemente votada en el Parlamento y que contiene sustantivos recortes en el área. El cierre del año fue parecido al del 2016, con la comunidad científica movilizada por el ajuste sistemático de sus distintos organismos, aunque esta vez el gobierno macrista decidió especular con la publicación del resultado de los ingresos al Conicet para reducir el margen de reacción a los investigadores. El temor de los funcionarios era terminar con el ministerio tomado por quienes se quedaban afuera por decisión unilateral del gobierno cuando ya habían sido aceptados al superar las distintas instancias de evaluación, como sucedió en 2016.
La progresión de ingresos en la carrera de investigación del Estado fue en alza a partir del 2010. Aquel año fueron 596 los científicos que obtuvieron la calificación para el ingreso mientras que en 2011 la cifra aumentó a 691. Al año siguiente, 2012, fueron 743, en 2013 853 y en 2014 957, el punto más alto en la escala. En el 2015 hubo una leve disminución que derivó en 943 y a partir de allí, a pesar de que Barañao fue el único ministro que quedó de la administración kirchnerista en la macrista, la caída es abrupta. En 2016 fueron solo 502 de los cerca de 900 que estaban contemplados y para 2017 ascendió levemente a 600.
Ante la noticia de que nuevamente se había recortado los cupos para la carrera de investigación, el Frente Federal de Ciencia y Universidad que reúne a agrupaciones de todo el país emitió un comunicado en el que denuncia que “la decisión de un número arbitario y reducido de ingresos a Conicet deja afuera, como en 2016, a un conjunto de investigadorxs que, según todas las etapas de evaluación previstas por el organismo, están altamente calificadxs para la tarea”, y agregan que “el ajuste en el número de becas e ingresos agravado por el cúmulo de postulantes excluidos el año pasado constituye no sólo la interrupción en las carreras y posibilidades laborales de los postulantes –para cuya formación el propio Conicet, así como las universidades nacionales han invertido recursos económicos y humanos– sino también una grave afrenta a la continuidad de múltiples líneas de investigación que quedan carentes de recursos humanos capacitados”.
“El año pasado Barañao salió a buscar más fondos cuando le recortaron el presupuesto. Este año parece haber claudicado porque no tuvo la misma reacción”, aseguró Salvarezza. “Bajan los cupos de investigación, bajan las becas doctorales y algunos cupos de investigación en realidad eran para asistentes técnicos”, explicó el científico, recmarcando que también habrá falta de asistentes para las investigaciones.