Las telefónicas ya pueden brindar televisión en todas las localidades del país, salvo las de menos de 80 mil habitantes o en aquellos distritos donde actualmente el servicio es prestado únicamente por cooperativas o pymes, donde deberán esperar al menos hasta enero de 2019. La medida busca promover una mayor competencia y convergencia de servicios al sumar un nuevo jugador a la televisión paga, segmento dominado hasta ahora por las cableras y empresas de televisión satelital. La novedad se produce en un escenario que se modificó sustancialmente hace apenas seis meses cuando el principal operador de la televisión por cable (Cablevisión-Grupo Clarín) anunció su fusión con la segunda telefónica del país (Telecom), dando lugar al surgimiento del principal operador de comunicaciones y productor de contenidos de la región. Para equilibrar el campo de juego, el gobierno les prometió a Telefónica y Claro (América Móvil) que las habilitará a prestar televisión vía satélite, pues en la actualidad las telcos no están en condiciones de competir con la red de fibra de Telecom-Cablevisión. Dos fuentes oficiales consultadas por PáginaI12 aseguraron que la medida está en carpeta y podría salir la semana próxima.
El decreto 1340/16 preveía que la competencia comenzaría en enero inicialmente sólo en el Área Metropolitana de Buenos Aires y las ciudades de Santa Fe, Córdoba y Rosario, pero el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) amplió el área a través de la resolución 5641/17 publicada el 22 de diciembre en el Boletín Oficial, el día después de aprobar la fusión Telecom- Cablevisión, la cual todavía requiere el visto bueno de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), aunque se da por descartado que la oficina antimonopolio también dará luz verde.
La decisión de ampliar la competencia en TV paga a las principales localidades del país beneficia a Telefónica y Claro, pero también a Telecom-Cablevisión. Si no se hubiera flexibilizado la norma, Cablevisión debería haber dejado de prestar servicio en todas aquellas localidades donde las telefónicas no pueden hacerlo ya que cuando la CNDC apruebe la fusión dejará de ser formalmente una cablera para pasar a formar parte de una telefónica. Ahora telcos y cableras podrán ofrecer telefonía móvil y fija, televisión y banda ancha, aunque con ciertas restricciones en torno a la posibilidad de realizar una oferta paquetizada.
En el escenario actual, la competencia será limitada porque Telefónica y Claro no tienen una red de fibra óptica que les permita hacerle frente al poder de mercado de Telecom-Cablevisión. Por eso piden que las habiliten a brindar televisión satelital, lo que les permitiría llegar a los hogares con una oferta de señales audiovisuales sin tener que esperar a avanzar con el fibrado. El gobierno les prometió que saldría un decreto de necesidad y urgencia habilitando esa posibilidad, prohibida en el DNU 267/15. Inicialmente la nueva norma estaba prevista para fin de año, pero no hubo novedades. Fuentes oficiales aseguraron a PáginaI12 que la medida podría salir la semana próxima. Telefónica y Claro todavía confían en la promesa oficial, pese a las presiones de algunas cableras medianas como Telecentro que amenazan con resistir judicialmente esa desregulación.
Para que el poder de mercado de Telecom-Cablevisión no limite la competencia, Enacom también determinó que en las zonas donde las empresas fusionadas tengan “una posición significativa de mercado”, traducida como más del 80 por ciento del mercado, se obligará a la nueva firma a compartir su infraestructura pasiva en el segmento mayorista y se le exigirá que el precio final de su servicio de acceso minorista a internet fijo no supere el vigente en la Ciudad de Buenos Aires, donde sí tiene mayor competencia.
Entre las condiciones que le fijó el Enacom a Telecom-Cablevisión para aprobar la fusión también figura la obligación de respetar el límite de 140 MHz de espectro por operador. Esto significa que la firma del Grupo Clarín debería desprenderse de unos 80 MHz. Sin embargo, el plazo que tiene para hacerlo es de dos años y se espera que durante ese período el límite vuelva a subir cuando anuncien la licitación de nuevo espectro. Por lo tanto, es probable que en los hechos el Grupo Clarín finalmente nunca se vea obligado a devolver esos 80 MHz, aunque deberá esperar a que se suba el límite para poder usarlos.
Mientras avanza con una regulación diseñada a partir de decretos de necesidad y urgencia, decretos comunes y resoluciones, el gobierno continúa postergando el envío al congreso de una ley de comunicaciones convergentes, tal como se comprometió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en abril de 2016. El jueves 28 de diciembre el Ministerio de Modernización publicó una resolución que prorrogó por 180 días el plazo para elaborar el proyecto oficial.