Doce días después de haber reprimido y herido con balas de plomo a dos jóvenes wichi del Barrio Cincuenta Viviendas, en Ingeniero Juárez, al noroeste de Formosa, la Policía provincial disparó munición de goma e hirió en el rostro y el cuerpo a tres niños de esa misma comunidad. El hecho ocurrió anoche cuando miembros de esa fuerza de seguridad, que desde hace meses rodea distintos accesos a ese barrio, comenzaron a "hostigar" a los jóvenes e intentaron detener a una decena de ellos, que se resistieron.
Uno de los heridos fue Facundo A., de 13 años, quien en medio de la represión recibió disparos de goma en la cara, el hombro y el pecho. Fue socorrido por su hermano, que lo trasladó al hospital de Ingeniero Juárez, mientras la avanzada policial continuaba contra hombres y mujeres. “No pudieron entrar al barrio porque los vecinos no dejamos que persigan a los chicos”, contó a Página/12 Ana María Agüero, integrantes de esa comunidad y tía de los heridos en la represión de la semana ante pasada.
Según los testigos consultados por este diario, lo de anoche fue fruto del “hostigamiento de la policía” en ese barrio, donde existe una disputa territorial desde hace diez años, cuando la comunidad concretó una toma en un sector comunitario que antes era administrado por el Instituto de Comunidades Aborígenes de Formosa, ante la decisión del gobierno provincial de estatizar esas tierras. Luego, la administración de Gildo Insfrán cedió arbitrariamente esa superficie a la Municipalidad de Juárez, para que construya allí viviendas para policías.
Desde entonces, el Barrio Cincuenta Viviendas vive en un virtual estado de sitio, con operativos que no permiten que los vecinos se asomen a sus viviendas. Quienes lo hacen son hostigados y apresados por las fuerzas de seguridad provincial.
“Anoche había un grupo de chicos en la vereda y los policías les empezaron a gritar ‘indio sucio’, ‘mataco’. Y los provocaban diciéndoles ‘vení, hijo de puta’. Hasta que uno de los chicos les tiró una piedra y ahí empezaron a disparar”, relató Lorena, otra de las testigos que prefirió reservar su apellido por temor a represalias. Ana María Agüero coincidió con esa versión: "Nos decían ‘indios sucios’ y después empezaron a tirar, tirar y tirar”.
Lorena contó que “los vecinos salieron a defender a los chicos y llegaron más policías”. En la multitud que se acercó hasta el lugar de la represión hubo varios niños, que también fueron baleados. “Y no solo a los chicos, sino también a las mujeres. Les apuntaban y tiraban, nomás”, añadió la mujer.
Durante las últimas semanas, las presiones contra los integrantes de la comunidad wichi son continuas. De hecho, uno de los referentes en la lucha por los derechos de los suyos, Agustín Santillán, estuvo preso durante cinco meses del año pasado por denunciar la situación de distintas comunidades en Ingeniero Juárez.
El antecedente inmediato a la violencia en Cincuenta Viviendas de anoche data del 20 de diciembre pasado, cuando la policía reprimió a un grupo de integrantes de la comunidad en la plaza Juan Domingo Perón, ubicado frente al barrio. Allí, Oscar y Denis Agüero, de 19 años y 16 años, respectivamente, fueron heridos con las balas de plomo. Otros dos jóvenes quedaron heridos con balas de gomas. Tres más, en tanto, fueron detenidos y permanecieron en esa condición durante dos días. El resto de los vecinos se resiste a ser apresados y desalojados.