Los 230 trabajadores a los que no le renovaron los contratos de la fábrica de explosivos Fanazul de Fabricaciones Militares no pudieron ingresar hoy a las instalaciones. Un piquete de efectivos de la Policía Federal se los impidió. Luego de una asamblea junto a los delegados de ATE interrumpieron durante casi todo el día el tránsito en la ruta nacional 3, a unos metros del ingreso a la ciudad bonaerense de Azul. Una medida que arrancó la promesa de una reunión con el interventor de FM, Luis Riva.
A primera hora de la mañana de ayer los empleados llegaron a la planta ubicada a 30 kilómetros de Azul donde fueron recibidos por la policía y un cartel que decía que la fábrica recién volvería a funcionar el próximo 14 de febrero. Para varios de los empleados esta noticia se transformó en la primera notificación de que habían perdido su trabajo. La segunda llegó durante el transcurso del día cuando determinaron que la dirección de Fanazul los había dado de baja en la Anses desde el 11 de diciembre pasado.
De todas formas decidieron en asamblea continuar con el corte de ruta a pesar de que había llegado hasta el lugar una dotación de efectivos de la policía bonaerense. No se produjeron incidentes porque nunca llegó la orden de desalojo y porque además los trabajadores consiguieron la reunión con Riva.
Durante el fin de semana la actividad de los empleados no cesó. Hubo masivas manifestaciones por las calles de Azul e incluso pasaron la noche del 31 de diciembre en la plaza de la ciudad. Los trabajadores buscaron sin suerte el respaldo del intendente Hernán Bertellys, quien había accedido al cargo por el Frente para la Victoria pero a poco de andar se sumó a Cambiemos.