El coleccionista de simbología nazi Carlos Olivares irá a juicio oral acusado de formar, junto a sus hermanos, una asociación ilícita que contrabandeaba piezas arqueológicas y paleontológicas. El año pasado, el anticuario ingresó al país por el aeropuerto de Ezeiza con restos fósiles y artesanías chinas –que figuraban en la Lista Roja de Objetos Culturales buscados por Unesco– sin que la policía lo frenara. “Los Olivares pagaban sobornos de hasta 600 dólares por valija para atravesar la Aduana de Ezeiza”, indicó el fiscal Emilio Guerberoff. Pero las causas judiciales que persiguen al coleccionista, detenido desde el 8 de octubre de 2017, no finalizan allí: el juzgado de San Isidro continúa con el peritaje sobre las piezas nazis encontradas en una habitación escondida de su casa.
Además de visitar San Telmo, los coleccionistas de antigüedades solían hacer, casi siempre, una parada en zona norte: pasaban las horas en El Atico. Ese local, con sede en el Paseo Maipú, en Olivos, ofrecía piezas que iban desde amonites fosilizados (moluscos de la era mezoica), hasta campanas chinas pasando por momias. La tienda era atendida siempre por su dueño, Carlos Olivares. Pero lo que los compradores nunca supieron es que el comerciante, junto a sus hermanos, fue procesado por contrabandear piezas del Patrimonio Cultural –delito que prevé una pena hasta dos años de prisión– y que muchas de esas reliquias eran buscadas por la propia Unesco.
“Los productos se vendían en el país, en la galería de Olivos, local que ya se encuentra clausurado”, explicó Guerberoff. El fiscal sostiene que los cinco hermanos Olivares solían viajar a Europa, Asia y África para acceder a los yacimientos arqueológicos y paleontológicos, y que después eludían a los inspectores a través de un contacto con un despachante de Aduana. “Están probadas las coimas por los cruces de llamados, hay cabal conocimiento de que esta gente pasaba la mercadería con un acuerdo previo que estaba acordado con el personal aduanero”, agregó. El funcionario aduanero aún no fue imputado en la causa judicial.
La última vez que Olivares volvió de uno de sus viajes llegó a Ezeiza con 17 valijas y una mochila. Y si bien contaba con restos fósiles, arqueológicos y artesanías asiáticas, nunca fue frenado por la Aduana para ser interrogado sobre el origen del equipaje. Ese fue el puntapié para que el Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de la Policía Fedral, con ayuda de Interpol, comenzara a investigar al anticuario, quien en 2012 fue presentado por el diario Perfil como el hermano “secreto” del conductor Marley, aunque esa versión fue desmentida por ambos protagonistas.
La investigación tuvo su capítulo central el 8 de junio del 2017. Integrantes de la Policía Federal allanaron el local El Atico y la casa de Olivares, en Beccar. En esa vivienda, detrás de una pared falsa que hacía las veces de biblioteca, la policía encontró fósiles, animales momificados, trozos de caparazón de gliptodonte y hasta artesanías que figuraban en la “Lista Roja de Objetos Culturales Chinos” buscada por la Unesco. Días después, Olivares fue detenido y procesado por infracción a la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (Ley 25.743). “Aún se debe conocer la autenticidad de todos los objetos”, señaló el fiscal y agregó que la mitad del material secuestrado “puede ser verdadero”.
Pero en esa habitación “oculta” también existía una de las mayores colecciones de simbología nazi halladas en el país. Olivares conservaba cuatro bustos de Adolf Hitler, estatuillas de soldados de la SS, una impactante águila imperial en un pedestal de mármol, instrumentos de medición y hasta pequeñas pistolas similares a las Walther usadas en el Tercer Reich.
“La posesión de estos artículos nazis está siendo investigada por (la jueza Sandra) Arroyo Salgado, la exhibición y venta de estos productos está penada por ley”, concluyó Guerberoff. De acuerdo a la Ley Antidiscriminatoria (Ley 23.592) serán penados con un mes a tres años de prisión “quienes participan de una organización o realicen propaganda basada en o ideas o teorías de superioridad de una raza o religión o justifiquen la persecución racial, como asimismo a quienes propiciaren o incitaren a la persecución u odio racial o religioso contra una persona o grupo de personas a causa de su raza o religión”.