El gobierno estadounidense oficializó hoy el impuesto al biodiésel argentino, con gravámenes que llegan hasta el 72,3 por ciento, y prácticamente le cerró la puerta a las exportaciones nacionales equivalentes a 1.600 millones de dólares. Una mala noticia para el presidente Macri, que gestionó personalmente el pedido para el quite del arancel ante el presidente Donald Trump y consiguió como respuestas niveles más duros de protección.
Los nuevos aranceles se publicaron en el Boletín Oficial con la firma de la International Trade Administration del Departamento de Comercio y entrarán en vigencia a partir de hoy. Según la norma, el gobierno estadounidense concluyó que su industria se veía “materialmente perjudicada” por las importaciones subsidiadas del biocombustible Argentino, así como las provenientes de Indonesia.
La publicación oficial establece que las empresas argentinas deberán pagar un arancel del 71,87 por ciento, con excepción de la Louis Dreyfus Corporation Argentina con un arancel del 72,28 por ciento y la empresa Vicentín que deberá pagar el 71,45.
“Las gestiones del Gobierno han sido muy importantes. El Presidente habló con Trump y también hubo conversaciones por parte del ministro de Producción y el canciller. El tema está en el más alto nivel político. Es para destacar el hecho de que el Departamento de Comercio haya planteado por escrito la disposición para negociar”, habían dicho desde el Gobierno, luego de que Macri entablara personalmente el diálogo con su par estadounidense pos el biodiesel.