El abogado defensor de Nahir Galarza, la joven de 19 años que confesó haberle disparado a su ex novio, Fernando Pastorizzo, dijo ayer que el dermotest determinó la inexistencia de rastros de pólvora en las manos de la joven. Por su parte, el abogado de la familia de Pastorizzo afirmó que el crimen fue “un plan delictivo” de la joven y no descartó que pueda haber existido otro partícipe. En diálogo con PáginaI12, el fiscal a cargo de la investigación, Sergio Rondoni Caffa, indicó que la inexistencia de rastros de pólvora no significa que la joven no haya disparado, ya que “la prueba se tomó seis horas después del hecho en una circunstancia en la que ella puede haberse lavado las manos”, y aclaró que aún no saben cómo era la relación entre los jóvenes.

“Las pruebas de parafina determinaron que ella no disparó”, dijo el abogado de la defenda, Víctor Rebossio. Luego apuntó que, más allá del resultado de la prueba, no descarta que la joven haya efectuado el disparo y explicó que “era una chica que estaba mal y enajenada; hay que determinar si al momento del crimen era consciente”. El colegiado destacó que los jóvenes “tenían una relación enfermiza”. 

El abogado querellante, Sebastián Arrechea, aseguró que tiene “evidencias de que nunca hubo violencia de género” contra Galarza y que fue Pastorizzo quien sufrió hechos de violencia. “Entendemos que hubo un plan delictivo de la imputada que terminó con este desenlace”, advirtió Arrechea. El abogado no descarta que “pueda llegar a haber algún otro partícipe en el plan delictivo”, aunque por el momento no cuenta con pruebas para demostrarlo. El fiscal Rondoni Caffa, en tanto, dijo a este diario que en la investigación “no se ha constatado la presencia de denuncias entre ellos por casos de violencia”. “Estamos esperando la información que surja de los celulares; son los que nos van a permitir ver algunas circunstancias de la relación”, agregó.